Hoy en día todos estamos sometidos a los escrutinios del almacenamiento de nuestro teléfono. Teniendo una gran cantidad de información personal como fotos, videos, aplicaciones y documentos, es importante contar con el máximo espacio disponible. Y si no es así, siempre podemos recurrir a una microSD (si nuestro teléfono la admite).
Es evidente que muchas personas optan por ampliar la capacidad de almacenamiento de sus teléfonos mediante el uso de una tarjeta microSD. Sin embargo, no todas las tarjetas microSD son iguales y no vale con que compres la que más descuento tenga en Amazon o la que más espacio, en apariencia, puede tener. Hay que tener en cuenta otra serie de variables.
Evita caer en la trampa
Algunas marcas y modelos ofrecen mala calidad y velocidades lentas, lo que puede afectar negativamente el rendimiento y la experiencia con tu smartphone y que eches la culpa al propio fabricante, en vez de al usuario que estás usando.
Huye de marcas genéricas
Una de las principales razones por las que debemos evitar ciertas tarjetas microSD es su dudosa procedencia o calidad genérica. Estas tarjetas suelen ser más baratas, pero a menudo carecen de las funciones y el rendimiento de las marcas conocidas. De hecho, es probable que alguna de sus características no sean del todo verdaderas, por lo que debes leer muy bien la letra pequeña de la página de compra. En caso contrario, te puedes encontrar con un fallo muy común, el móvil no puede leer la tarjeta de memoria y te quedas de nuevo con un problema entre manos.
Falsificaciones
Relacionado con lo anterior, también hay que tener cuidado con las tarjetas que aparentan ser de una marca, pero en realidad no son así. Al igual que en otros mercados, el de las tarjetas de memoria también está afectado por las falsificaciones, especialmente en plataformas de venta online no autorizadas.
Estas falsificaciones suelen tener precios atractivos, pero su rendimiento y capacidad no son las que se prometen y pueden mostrar una capacidad falsa, una velocidad por debajo de lo prometido y, en definitiva, acabar dejándonos una experiencia de usuario deficiente. Además, este tipo de accesorios no suele tener una garantía decente o, directamente, no cuentan con ninguna garantía. Si la tarjeta falla, tendrías que comprar otra.
Velocidad de escritura y lectura lenta
Otro factor importante a considerar son las velocidades de lectura y escritura de la microSD, y esto sí que es algo que depende de nosotros directamente, pues solo debemos interpretar los datos que se ponen ante nuestros ojos.
Debes usar tarjetas microSD con velocidades de lectura y escritura rápidas, como tarjetas de memoria Clase 10, UHS-I, UHS-II o UHS-III. (Ultra High Speed) o tarjetas de memoria A1 o A2, es decir, las más rápidas del mercado. Esto implica que debes evitar adquirir microSD de Clase 2, no recomendadas para grabación de video de alta definición o transferencia rápida de archivos grandes, o tarjetas de clase 4, que tan solo son adecuadas para aplicaciones básicas y grabación de video de baja calidad. Siempre fíjate en que las tarjetas que compres ofrezcan, al menos, una transferencia mínima garantizada de 10 megabytes por segundo (MB/s).
Por suerte, estas unidades de memoria ya casi no tienen hueco en el mercado y han sido sustituidas por las mencionadas, pero siempre puedes encontrarlas en alguna tienda online.