Cuando llevas mucho tiempo utilizando las mismas aplicaciones acabas cansándote. La monotonía deja exhausto a cualquiera y los móviles han hecho que esta costumbre se convierta en tendencia. Yo dejé de utilizar Google Chrome hace un tiempo, pero me he visto obligada a volver a ella porque estoy tan familiarizado con sus opciones que cualquier otro navegador me parece abrumador.
Llevo utilizando Chrome desde mi primer smartphone hace más de 10 años. Fruto de esta relación tan larga entre el navegador de Google y yo me he visto obligado a tomar un descanso. La app es perfecta en todos los sentidos, destacando su interfaz simple a la par que intuitiva junto a la extrema configuración que esconde en su interior. Sin embargo, echaba en falta algunas opciones más y el refrán ‘Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde’ se volvió más real que nunca.
He probado estos navegadores
Hay una enorme cantidad de apps donde elegir cuando se trata de navegadores: Firefox, Opera, Microsoft Edge, Bing, DuckDuckGo, Safari e incluso los predeterminados de cada marca como Samsung Internet Browser o Navegador Mi, entre muchas otras opciones. He probado muchos de ellos, pero sin lugar a duda me quedo con Bing y Opera de lejos.
Esto se debe a las posibilidades que promete cada uno de estos buscadores, ya que, en primer lugar comencé a utilizar Bing a causa de su inteligencia artificial. El motor de Microsoft presenta una interfaz muy vistosa que está liderada en las sombras por una IA que puede generar imágenes con tan solo una descripción. Además, cuenta con accesos directos a noticias, pestañas y resto de las funcionalidades a tan solo un toque de distancia, así como el sistema de recompensas de Microsoft Rewards.
También probé Opera porque es uno de los principales navegadores que utilizó en mi PC, así que decidí darle la oportunidad a la versión para móviles del navegador para ver si saciaba ese vacío que había dejado Google Chrome en mi interior. Descubrí que Opera también contaba con su propia IA para responder preguntas o generar contenido al mismo tiempo que mantiene características tan interesantes como la VPN integrada.
El diseño era muy similar al de Bing, con la barra de inicio, pestañas y configuración en la parte inferior. Una estética que me gustaría tener en el buscador de Google para facilitar el acceso a las ventanas abiertas u otras opciones sin necesidad de estirar el dedo hasta la parte superior de la pantalla.
Como Google Chrome no hay nada
Pero el problema de ambas aplicaciones es que ninguna de ellas es Google Chrome y a la hora de la verdad es algo que se nota demasiado después de tanto tiempo. Se suele decir que uno siempre vuelve a donde fue feliz y lo cierto es que ni Bing ni Opera duraron en mi smartphone más de una semana. La interfaz de ambas aplicaciones se me hacía muy rara y mis dedos se movían de forma intuitiva como si estuviese utilizando Chrome, lo que acaba traduciéndose en toques erróneos sobre la pantalla.
Quizá tanto Bing como Opera son aplicaciones con funciones más avanzadas, como la IA o VPN, pero es el minimalismo de Google Chrome lo que la hace tan especial, ya que cualquiera sabe cómo utilizar este navegador. Además, lo de ‘minimalismo’ es una referencia a su interfaz, pues dentro de los ajustes de la app puedes encontrar una incontable cantidad de opciones y personalización.
Prueba de ello son los accesos directos en la barra de búsqueda, funciones de extensiones y accesibilidad, configuración de privacidad y seguridad… Son características esenciales que puedes hallar en cualquier navegador, aunque Chrome tiene ese ‘algo’ muy especial que no sabría definir con precisión, pero que puede engatusar a cualquiera.