El nuevo iPhone –o iPhone X– será presentado con toda probabilidad el próximo 12 de septiembre. Sin embargo, a menos de seis días para el esperado evento, siguen proliferando en la Red informaciones que apuntan a los problemas del iPhone 8, concretamente a la disponibilidad y escaso stock del nuevo modelo. La pantalla OLED del iPhone 8 se coloca una vez más como el principal obstáculo para la firma de la manzana mordida, que bajo todo pronóstico será incapaz de hacer acopio de unidades suficientes para abastecer la demanda inicial del futuro iPhone.
Apple necesitaba renovar completamente el diseño de su popular iPhone, que ha repetido prácticamente la misma línea estética durante tres generaciones. Los californianos apostarán por el creciente concepto de pantalla sin marcos y para tal propósito adoptarán por primera vez en su historia un panel del tipo OLED y dejarán atrás los LCD que actualmente montan los iPhone 7 y iPhone 7s Plus. Sin embargo, tan profunda renovación de diseño y características del iPhone 8 está siendo un verdadero quebradero de cabeza para los de Cupertino.
La pantalla OLED del iPhone 8, talismán y viacrucis para Apple
La pieza clave en el diseño del iPhone 8 es la pantalla OLED donde se espera que se pueda activar la atenuación de pantalla CC. Con una diagonal de 5.8 pulgadas, ha de ser flexible. Sin embargo, los norteamericanos no solo exigen requisitos mínimos a nivel técnico, sino que también lo hacen a nivel estratégico. El alto volumen de ventas al que acostumbra a hacer frente la norteamericana –el iPhone 8 no será una excepción- obliga a la misma a cerrar contratos de suministro de componentes con empresas capaces de ofrecer garantías en este sentido. Si no es así, la tecnológica busca varios socios para compensar la balanza.
Sin embargo, con el iPhone 8 las reglas del juego cambian, al menos en este momento. Y es que el único fabricante capaz de ofrecer unas mínimas garantías de suministro es Samsung Display, división de la surcoreana que dispone de la gran mayoría de patentes de la tecnología de este tipo de pantallas de origen orgánico. De hecho, en abril de 2016 contaba con el 97.9% de la producción de este tipo de paneles.
El hecho de que sea igualmente la única compañía capaz de cumplir los requisitos de calidad de estos paneles OLED requeridos por los de Apple hacen que la compañía se vea evocada a trabajar con la citada división de Samsung que, recordemos, es uno de sus máximos rivales en el mercado de smartphones.
A pesar de que los surcoreanos han abierto nuevas líneas de producción de pantallas OLED exclusivamente para abastecer a Apple, los norteamericanos no están recibiendo el volumen necesario del display para garantizar un mínimo stock del iPhone 8 de cara a preparar el lanzamiento comercial del modelo. El motivo es sencillo: la fabricación de la pantalla del iPhone 8 es costosa y complicada en sus primeras fases.
Entre 120 y 130 dólares, el coste del display
Así lo ha determinado el prestigioso y acertado analista Ming-Chi Kuo en sus predicciones, que una vez más lanza un informe para la cartera de clientes de KGI Securities. La información básica del informe se centra en la situación en la que se encuentra la multinacional estadounidense. Además de tener que hacer frente a un coste por pantalla para su iPhone 8 que se calcula oscila entre los 120 y 130 dólares (el display Retina del iPhone 7 Plus se encuentra entre los 50 y 55 dólares), ven cómo Samsung no es capaz de hacer frente a la demanda inicialmente pactada.
El devenir de los acontecimientos en lo que al stock de la pantalla OLED se refiere pone en jaque a Apple. Si bien se esperaba que Samsung pudiese fabricar hasta 70 millones de pantallas OLED hasta lo que resta de año, todo parece indicar que ese número será inferior, suficientemente bajo como para entorpecer de forma notable la comercialización del iPhone 8 hasta incluso retrasar más allá de lo imaginado la entrega de las primeras unidades reservadas.
Apple no tiene alternativa, por ahora
Ante esta situación, en otras condiciones Apple habría contratado los servicios de otros fabricantes para cumplir con las previsiones de venta. Sin embargo, los únicos actores con intención de introducirse en el mercado de las pantallas OLED tras fuertes inversiones en infraestructura, Japan Display y LG Display, aún no están en condiciones de producir el número suficiente de paneles OLED como para tenerlos en cuenta.
Así pues, Apple se ve obligada a pasar la tormenta y confiar en la capacidad de producción de Samsung Display. La misma, una vez resueltas las dificultades técnicas que se están presentado en los primeros compases de la producción, podría aumentar posteriormente los envíos para estabilizar la oferta y la demanda del iPhone 8 una vez se ponga a la venta, previsiblemente durante el mes de noviembre.