¿Hasta qué punto estarías dispuesto a llegar con tal de conseguir un iPhone 6? La mayoría se adaptaría a su poder adquisitivo, financiaría el coste del teléfono o incluso vendería su antiguo smartphone u otros objetos para hacer más asequible el desembolso final. Sin embargo, un hombre chino de unos 25 años ha optado por alquilar por horas a su novia para conseguir dinero y costearse la compra del iDispositivo.
¿Producto del fanatismo? ¿Dónde están los límites? Es evidente que el caso de Wei Chu, un chico de nacionalidad china de unos 25 años, es extremo. No obstante, a lo largo de los últimos años hemos conocido otras historias que ponen los pelos de punta. En este caso la «necesidad» por hacerse con la última creación de Apple ha llevado a que esta persona decida prestar la compañía de su novia a cambio de dinero.
Así lo relatan en el Daily Mail, donde el medio británico ofrece detalles de un caso totalmente surreal. Y es que Wei Chu, como se llama el protagonista de esta inmoral propuesta, ha sido visto en las inmediaciones de la Universidad de Songjiang, en Shangai, con un cartel que rezaba: «Girlfriend Sharing».
La pancarta, que podéis ver en las capturas adjuntas, incluía información adicional con la que comunicaba a los transeúntes de la zona de la finalidad de dicha propuesta. Abiertamente, sin ningún reparo, el chico ofrecía la compañía de su novia a cambio de dinero, aunque -eso sí- especificaba que bajo ningún concepto habría sexo. Como si de un objeto se tratase, la «alquilaba» por horas, días o incluso meses a razón de una libra la hora (1.26 euros), 5 libras el día (6.34 euros) o 50 libras el mes (63 euros). Hasta las cifras fijadas son un sinsentido.
Para convencer definitivamente a los interesados, el propio Wei animaba a los allí presentes a visitar un perfil de su pareja en el que aparecían fotos e información sobre ella, de 21 años de edad. Según narran, Xiao Ai participaba voluntariamente en la «colecta» para que su novio pudiese lograr su objetivo, comprar un iPhone 6.
Sin lugar a dudas un caso deplorable que demuestra lo absurda que puede llegar a ser la razón humada y a la vez hasta dónde puede llegar la codicia y la inconformidad. No obstante, por desgracia, no es un caso aislado. Durante los últimos años hemos podido recabar información que habla de adolescentes que venden sus órganos para comprar un iPad y un Macbook, padres que venden a sus hijos para costearse la compra de iPhones y otros caprichos e incluso recientemente se sabía de un hombre saudí que pedía un iPhone 6 a su futuro cuñado a cambio de casarse con su hermana.