En la campaña en España del Samsung Galaxy S4, el fabricante coreano ha recurrido a los tenistas David Ferrer y Nico Almagro como embajadores para promocionar el terminal y su función S-Health. La polémica ha surgido porque uno de ellos, Ferrer, ha twitteado un desafortunado mensaje, no por lo que cuenta, sino porque afirma que está encantado con su nuevo Samsung Galaxy S4…pero lo hace desde un iPhone según ha publicado IntoMobile.
Las campañas de publicidad de las marcas cada vez utilizan más a figuras públicas que son referentes en redes sociales. Este es el caso de la última que ha puesto en marcha Samsung para promocionar tanto el Galaxy S4 como su función más «sana» el S-Health. Para la ocasión ha elegido a dos de los tenistas más conocidos del momento, Nicolás Almagro y David Ferrer, a quienes podíamos ver presumir de Samsung Galaxy S4 en las fotos que enviaba el fabricante coreano junto a la nota de prensa que anunciaba la campaña en el torneo Open Banc Sabadell del pasado fin de semana.
Ambos tenistas debían utilizar tanto el terminal como comentar con sus cientos de miles de seguidores sus sensaciones con el Galaxy S4. El problema ha sido que uno de ellos, David Ferrer, en vez de utilizar el terminal de Samsung para comentar las bondades de S-Health para ayudarle en los entrenamientos, lanzaba sus mensajes desde el iPhone, algo que ha corrido como la pólvora en Internet. A la luz de la enorme metida de pata del tenista, el mensaje fue borrado pero el daño ya estaba hecho. Samsung ahora tiene que analizar al detalle qué efectos ha tenido esto en su campaña con este deportista, que desde luego se ha cubierto de gloria.
El caso de David Ferrer no es el único, sino el último de una larga lista de celebridades que tras firmar un acuerdo con tal o cual marca, luego no tenían las debidas precauciones a la hora de realizar sus labores como «embajador». Uno de los más notorios fue el de la presentadora americana Oprah Winfrey, que intentó recomendar la Surface de Microsoft usando su iPad o más recientemente, como descubrimos en la presentación de los nuevos BlackBerry en enero, su flamante directora creativa Alicia Keys, promocionaba la marca canadiense desde su iPhone (aunque luego le intentó echó la culpa a unos «hackers»).
Y es que este tipo de incidentes son muy peligrosos para la imagen de una marca, ya que al asociarse con una celebridad buscan que sea prescriptor de la misma para sus seguidores que si ven que no hay coherencia entre lo que dice y lo que hace su ídolo, no van a tomar en cuenta sus mensajes y los verán como mero soporte publicitario.