Una de las novedades estéticas del iPhone 4 es que Apple optó por utilizar cristal para la parte posterior del terminal. De hecho, la compañía de Cupertino aseguraba que el cristal utilizado era más fuerte y resistente que el plástico usado hasta ese momento. Más resistente en cuanto a arañazos se refiere, pero la historia cambia, y mucho, cuando se habla de caídas.
Donald LeBuhn, ciudadano norteamericano residente en California, ha presentado una demanda contra Apple, alegando que la compañía no es sincera en la información sobre la resistencia de los paneles delantero y trasero del iPhone 4.
Por lo visto, a la hija de LeBuhn se le cayó el teléfono desde una altura de casi 1 metro y los cristales se rompieron. Su intención es que la compañía de Cupertino le devuelva el dinero que le costó el smartphone de Apple y que, además, pague los costes de reparación. Este ciudadano se siente estafado y afirma que el anterior modelo de iPhone, del que también fue usuario, no le dio estos problemas en similares percances.
El texto de la demanda afirma que “el iPhone 4 es defectuoso porque un uso normal y razonable del producto, incluyendo el uso que aconseja Apple, provoca la rotura de los paneles de cristal del dispositivo”.
Los informes sobre el fenómeno de la debilidad de los cristales del smartphone, denominado “Glassgate” surgieron poco después de la aparición en del dispositivo. A pesar de los reclamos publicitarios que aseguraban que los paneles de cristal eran especialmente duraderos, se descubrió que pequeños granos de arena que quedaran entre la carcasa posterior y el iPhone, podían provocar arañazos e incluso, roturas. Apple retiró las carcasas posteriores de sus tiendas y el alboroto se extinguió.
Las “anécdotas” sobre iPhones 4 rotos son comunes y hay alguna evidencia que sugiere que el diseño es más frágil que las versiones anteriores del smartphone. El otoño pasado, un proveedor independiente de garantía analizó 20.000 accidentes sucedidos con iPhones y llegó a la conclusión de que los usuarios de iPhone 4 tuvieron un 82 % más de pantallas dañadas durante los cuatro primeros meses de uso que los de iPhone 3GS. Además, la tasa general de accidentes en los iPhone 4 supera en un 68% a los de iPhone 3GS.
A pesar de las fuertes cifras de ventas, el iPhone 4 ha estado en el centro de la polémica desde el pasado junio. Primero, los abundantes informes que señalaban que la forma de coger el teléfono podía provocar problemas en la intensidad de la señal de la llamada e, incluso, impedir la comunicación, un fenómeno que fue llamado “Antennagate”. Apple regaló carcasas para mitigar el problema. El llamado “Glassgate” vino un poco después.
Sin embargo, es poco probable que las dos cuestiones acaben con la confianza de los consumidores en los productos de Apple. La compañía norteamericana es bien conocida por cuidar la fidelización de sus clientes, resaltada por la continua subida de las ventas del iPhone.