Nokia N8 : vídeo de lo que es capaz de aguantar

Nokia N8 : vídeo de lo que es capaz de aguantar

R. Arranz

Antes de lanzar un teléfono al mercado, como el Nokia N8, la firma somete a sus terminales a una serie de pruebas de resistencia relacionadas con el desgaste de estos en el día a día. El mejor ejemplo, las caídas desde los bolsillos de las camisas o pantalones. Seguro que alguna vez te ha ocurrido.

En este caso, el terminal que ha sido sometido a una batería de pruebas para comprobar su resistencia, ha sido el N8. Además de los test de caídas sobre superficies duras, Nokia realiza más de 200 pruebas de resistencia. No vamos a enumerar todas pero nos vamos a quedar con algunas para comprobar que son realmente duras.

Pruebas para “duros”

Una de ellas está relacionada con el clima en situaciones extremas. Usando una máquina especial, se expone al terminal a temperaturas que van desde los -40ºC a los +85ºC. Es decir, como si el N8 estuviera en el círculo polar ártico o en el desierto del Sahara.

Otra prueba tiene que ver con la humedad, dado que en muchos lugares del planeta los climas tropicales tienen un grado de humedad altísimo. Así, Nokia pone sus terminales dentro de una cámara especial, durante semanas, donde se experimenta con niveles de humedad de hasta un 95%.

La siguiente prueba que os contamos está relacionada con la ropa. Más concretamente con los bolsillos traseros de los pantalones. No solo existe una fricción con las fibras de los tejidos al meter y sacar el terminal, sino que también nos sentamos sobre ellos. La simulación de esta situación se realiza con unas máquinas que se dedican a reproducir la situación utilizando un par de pantalones vaqueros sometiendo al teléfono a una prueba de fricción y desgaste.

Bolsos, bolsas y bolsillos

Es frecuente que llevemos el teléfono en un bolso, bolsa o bolsillo junto con elementos como las llaves o las monedas que pueden rayar la pantalla y la carcasa. Bien, pues la prueba del N8, igual que a otros terminales de Nokia, consiste en meter el teléfono en una máquina que se dedica a agitar y sacudir el teléfono, junto con elementos como llaves o monedas, y para comprobar la resistencia de los materiales. También se somete a los terminales a pruebas de caídas, colocando el terminal en una especie de caja gigante que va girando durante 120 segundos de forma que el teléfono se va golpeando dentro de la caja. Y así una y otra vez.

Por último, una mención a las teclas de los terminales. Se calcula que una persona pulsa las teclas principales de los dispositivos entre 200 y 300 veces al día. Para garantizar la resistencia y durabilidad de los teclados, se somete a pulsaciones de hasta un millón de veces en laboratorio. Es evidente que un terminal no puede salir al mercado sin haber pasado las pruebas, ya que en su vida “útil” es posible que se enfrente a cualquiera de las situaciones mencionadas.

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