Hasta que volvamos a esa época donde las baterías duraban una semana, la carga rápida se ha convertido en una tecnología que nos soluciona la vida en cierta medida, pues permite recargar la batería de un dispositivo móvil en menos tiempo que con un cargador convencional. Lógicamente, no es lo mismo quedarte sin energía y tardar 5 horas en recargar tu dispositivo, que hacerlo en 20 minutos. Pero, ¿cómo saber si un cargador es de carga rápida?
Para saberlo, primero debemos tener muy claro cómo funciona esta tecnología. La carga rápida es un sistema que permite aumentar la potencia eléctrica que recibe la batería de un dispositivo móvil, reduciendo así el tiempo necesario para recargarla. La potencia eléctrica se mide en vatios y depende de dos factores: el voltaje y la intensidad. La fórmula para calcular la potencia es la siguiente:
Potencia (W) = Voltaje (V) x Intensidad (A)
- El voltaje es la fuerza que impulsa a los electrones a través de un circuito eléctrico,
- La intensidad es la cantidad de electrones que circulan por dicho circuito.
Sabiendo esto, verás que un cargador normal, de los de toda la vida, suele tener un voltaje de 5 V y una intensidad de 1 A, lo que resulta en una potencia de 5 W. Un cargador de carga rápida, en cambio, puede tener un voltaje mayor (hasta 20 V) y/o una intensidad mayor (hasta 5 A), lo que resulta en una potencia mayor (según los cálculos, de hasta 100 W).
¿Cómo saber si un cargador es de carga rápida?
Una vez que sabes cómo funcionan estos adaptadores de corriente, para saber si un cargador es de carga rápida, lo primero que hay que hacer es mirar sus especificaciones técnicas, que suelen estar impresas en el propio cargador o en su caja. Allí se indica el voltaje, la intensidad y la potencia máxima que puede ofrecer el cargador. Por ejemplo, un cargador puede tener las siguientes especificaciones:
- 5 V/3 A, 9 V/2 A, 12 V/1.5 A
Esto significa que el cargador puede adaptar su salida a diferentes voltajes e intensidades según las necesidades del dispositivo. En este caso, debemos fijarnos en el resultado mayor que obtengamos a multiplicar voltaje por intensidad. Así, podemos ver que la potencia máxima que puede ofrecer el cargador es de 18 W (12 V x 1.5 A), lo que lo convierte en un cargador de carga rápida.
De todas formas, ahora mismo casi todos los cargadores nos evitan tener que hacer cálculos mentales o usar la calculadora y, directamente, llevan serigrafiado la potencia de carga en su carcasa. Así podemos saber si un cargador puede trabajar a 15, 37 o 120 W.
En este caso, todo lo que supere los 15 W de potencia de carga, se puede considerar como carga rápida. De todas formas, si lo vas a comprar en una tienda online, normalmente lo suelen indicar en las especificaciones del producto y también lo verás en la caja del cargador, o del móvil si viene con este.
¿El cable de un cargador con carga rápida también es importante?
Sin embargo, no basta con tener un cargador de carga rápida para aprovechar sus beneficios. También hay que tener en cuenta otros factores, como el tipo de cable, el tipo de conector, el tipo de batería y el tipo de dispositivo.
Existen diferentes estándares de carga rápida, como Quick Charge, Power Delivery, SuperCharge, VOOC o Dash Charge, entre otros. Cada uno tiene sus propias características y requisitos, por lo que no todos los cargadores, cables y dispositivos son compatibles entre sí. Las diferentes marcas pueden contar con sus tecnologías para aprovechar al máximo el potencial de carga con sus propios accesorios adaptados.
El tipo de cable es importante porque debe ser capaz de soportar el voltaje y la intensidad del cargador sin perder energía por el camino. Un cable demasiado fino o de mala calidad puede limitar la velocidad de carga o incluso dañar el cargador o el dispositivo. De igual forma, el tipo de conector es importante porque debe ser compatible con el estándar de carga rápida que usa el dispositivo…
El tipo de batería es importante porque determina la capacidad y la velocidad máxima de carga que puede soportar y el dispositivo también influye porque tiene un circuito interno que regula la entrada y la salida de energía. El dispositivo debe ser compatible con el cargador y el cable para poder aprovechar la carga rápida.
¿Qué cargador de carga rápida elegir?
A la hora de elegir un cargador, hay que tener en cuenta todos los factores mencionados anteriormente: el voltaje, la intensidad, la potencia, el cable, el conector, la batería y el dispositivo. Lo más recomendable es seguir las indicaciones del fabricante del dispositivo y usar el cargador y el cable originales o certificados por él. De nada sirve comprar un cargador de 120 W si tu teléfono solo admite una carga de 33 W, por ejemplo.
Como hemos dicho antes, se puede considerar que un cargador es de carga rápida si ofrece una potencia superior a 15 W. A partir de ahí, cuanto mayor sea la potencia, menor será el tiempo necesario para recargar la batería. No obstante, hay que tener en cuenta que la velocidad de carga no es siempre igual y a veces puede tardar un poco más y un poco menos en recargar una celda por completo.
Por lo general, para que te hagas una idea, te orientamos sobre cuánto tiempo tarda en cargarse al 100% una batería de 5000 mAh con diferentes cargadores de carga rápida:
- Con un cargador de 15 W, se tarda unos 100 minutos (1 hora y 40 minutos).
- Con un cargador de 20 W, se tarda unos 75 minutos (1 hora y 15 minutos).
- Con un cargador de 33 W, se tarda unos 55 minutos.
- Con un cargador de 45 W, se tarda unos 40 minutos.
- Con un cargador de 67 W, se tarda unos 30 minutos.
- Con un cargador de 120 W, se tarda unos 20 minutos.
Por supuesto, si notas que tu cargador tarda más o menos que lo que indicamos, debes tener en cuenta que estos tiempos son aproximados y pueden variar según las condiciones ambientales (si hace mucho calor o mucho frío), el uso del dispositivo durante la carga o el estado de salud de la batería. Además, hay que tener en cuenta que estos tiempos se refieren a una carga completa desde el 0% al 100%, pero lo más habitual es cargar el dispositivo cuando tiene entre el 20% y el 80% de batería, lo que hace que tardes menos en recargarlo por completo. Por otro lado, tanto el móvil debe soportar esta potencia de carga como el cargador debe tenerla.
También debemos tener en cuenta que aunque el cargador sea más potente que el móvil, no va a tardar menos en cargar su energía, sino que se adaptará a la potencia de carga máxima del móvil. Hay casos en los que, si no es capaz de adaptarse, no le dará energía, pero tampoco lo dañará. De todas formas, es recomendable cargarlo con el accesorio original, de la misma potencia y con la misma tecnología.
Actualmente, la mayoría de móviles de gama media y alta del mercado llegan con tecnología de carga rápida, e incluso cuentan con tecnologías de protección de carga, pero no está de más que sepas si un cargador es de carga rápida o no. Si no se ha borrado, seguramente verás el número en el propio cargador y podrás sacar tus propias conclusiones.
Carga rápida inalámbrica: ¿cómo identificarla?
Además de los cargadores con cable, la carga rápida también ha llegado al mundo de la carga inalámbrica. Para verificar si un cargador inalámbrico es de carga rápida, busca el logotipo Qi-Certified junto a la potencia de salida en vatios. Los cargadores inalámbricos estándar suelen ofrecer entre 5 y 10 W, mientras que los modelos de carga rápida pueden dar 15 W o inclusive más. Sin embargo, para aprovechar la carga rápida inalámbrica, el dispositivo también debe ser compatible con este nivel de potencia, de lo contrario, se cargará a la velocidad que admita el dispositivo. No le pasará nada, pero como hemos explicado, es conveniente que sea el exacto, de esa forma te asegurarás de que nunca ocurra ningún inconveniente a la hora de realizar la carga de tu terminal.