¿Puedo ir a la cárcel o me pueden denunciar por usar apps espía en el móvil?
Son varias las personas que se deciden a usar una aplicación espía para controlar o vigilar el móvil de otras personas pensando que si existen será porque son legales. O simplemente sin pensar en las consecuencias. En cambio, otras darán por hecho que si espían a sus hijos no pasa nada porque son menores de edad o que si lo hacen con la persona con la que se han casado no les van a hacer nada.
La cuestión es que hay mucho desconocimiento al respecto y hay personas que no son conscientes de las consecuencias legales de espiar a otros desde el móvil usando apps espía como algún clon para WhatsApp, mSpy, Spyzie u otras. Incluso apps de control parental, que pueden usarse con el mismo fin. Hasta que les pillan y les cae una buena denuncia, o un gran susto que les quitará las ganas de volver a hacerlo.
Hasta 2 años por instalar una app espía
Instalar una app espía en tu móvil puede conllevar una pena de hasta 2 años de cárcel. Por su parte, por espiar el móvil de otra persona podrías tener que afrontar una condena de hasta 4 años de prisión. En el caso más ‘light’ seguramente no acabes yendo a la cárcel, pero tendrás antecedentes que te pueden afectar a tu vida personal e incluso a la profesional. Hay muchos trabajos en los que no podrás estar si tienes antecedentes penales, aunque sea por esta causa.
Por tanto, si esta era tu duda, las penas por usar o instalar en el móvil de otra persona una app espía tiene penas de prisión de 6 meses a 2 años, o multa de 3 a 18 meses. Esto incluye el hecho de descubrir la contraseña o código de acceso. Solo con contratar este programa para acceder al móvil de otra persona ya podría estar penado, aunque es difícil que lo descubran a menos que llegues efectivamente a instalarlo en el teléfono de la otra persona. En este caso, aunque no no lo acabes usando, la otra persona te puede denunciar y además tiene pruebas para ello. La app instalada en su smartphone.
Las penas pueden ser mayores si te pasas de los límites
Lo primero que debes saber es que para instalar una app espía en tu móvil y que funcione también debes instalarla en el móvil de la otra persona. Puedes hacerlo porque tienes su contraseña o patrón, o quizá lo hagas vulnerando sus medidas de seguridad. En este caso, solo por hacerlo ya podrías tener consecuencias legales, pero mucho más si finalmente lo usas para acceder a contenidos de otras personas. Puede que espíes sus conversaciones o revises a fondo lo que tiene, incluso que controles cuando se conecta. Todo esto es ilegal. También lo es, y más, desvelar esta información a alguien o publicarla. Hasta 4 años de cárcel en el peor de los casos te pueden caer.
Es decir, si lo instalas en el móvil de la otra persona y descubres su intimidad entonces ya podría ser penas mayores por tratarse de un delito de descubrimiento y revelación de secretos. En este caso, te podrían caer hasta 5 años de cárcel, o 7 si son vídeos sexuales o de menores.
No está de más tampoco que sepas que espiar el móvil de alguien revisando sus imágenes, vídeos, conversaciones, contactos o contenidos del teléfono no es legal y tiene una pena de prisión de 1 a 4 años con multa de 12 a 24 meses. Si entras en el dispositivo de alguien vulnerando su contraseña o medidas de seguridad podría ser castigado con 6 meses a 2 años de prisión. La clave está en si finalmente ves el contenido o no y qué haces con él.
¿Hay excepciones?
Incluso aunque lo hagas con tus hijos, solo hay un caso en que no te podrían acusar, y es si piensas que puede estar en peligro o que se podría cometer un delito del que podría ser víctima o culpable. Eso sí, tendrás que demostrar que tus sospechas son por algo. En caso contrario, estarás vulnerando la intimidad de tus hijos, sean mayores o menores de edad. Y si eso pasa, aunque tuvieras buenas intenciones, podrían denunciarte.
Eso sí, si tienes un padre, hijo o pareja que te da permiso para instalar la app espía porque le parece bien o por su propia seguridad, lo más probable es que no te pase nada. A menos que entres en cuestiones ilegales como vulnerar su intimidad y publicar o difundir imágenes que no debes sin su consentimiento, solo el hecho de instalar una aplicación para la que te han dado permiso no te van a denunciar ni llevar a la cárcel.