Hace unos meses, cuando explotó el boom del juego de Nintendo, os invitábamos a conocer aquellos lugares donde jugar a Pokémon GO está prohibido o no es recomendable. Como algunos ya sabréis, el YouTuber ruso Ruslan Sokolovsky no nos hizo demasiado caso y fue denunciado, y ahora condenado, por jugar a Pokémon GO en una iglesia e «incitar al odio religioso».
Cuando recomendábamos no jugar a Pokémon GO ni usar el móvil en centros religiosos, lugares como iglesias, sinagogas o mezquitas, simplemente por respeto a la gente que si tiene fe en esas religiones; intuíamos que pronto llegaría el caso que ahora afecta a Sokolovsky, quien un mes después publicó su video a la red social de vídeos en pleno auge de la popularidad del juego.
https://www.youtube.com/watch?v=PfMn1yahGYk
El vídeo era una forma de responder a las nuevas multas que el gobierno estaba poniendo a quienes consideraran que atacaban a la fé o a las creencias que se practicaban dentro de los centros religiosos. El clip muestra al youtuber jugando el título de Nintendo en la Iglesia de Todos los Santos en Ekaterimburgo y refiriéndose a los informes de noticias locales que advirtieron a la gente de jugar en las iglesias de Rusia. Desde entonces ha sido visto más de un millón de veces.
Condenado por jugar a Pokémon GO en una iglesia
Hoy jueves el youtuber ha sido condenado por jugar a Pokémon GO en lugares religiosos por un tribunal de Ekaterimburgo y se encuentra a la espera de sentencia, pero es más que posible que tenga que pasar una buena temporada en la cárcel. Sokolovsky ha estado detenido desde octubre, enfrentándose hasta a cinco años de prisión, por el momento con un sentimiento de alivio al no estar aún encarcelado. Según el propio acusado «Sin el apoyo de los periodistas, posiblemente habría sido condenado a una verdadera prisión hace mucho tiempo».
La jueza Yekaterina Shoponyak en su sentencia afirma que los videos de Sokolovsky manifestaron su «falta de respeto por la sociedad» y que «pretendía ofender sentimientos religiosos» jugando a Pokémon GO en la iglesia. La acusación pretende que el joven sea condenado a tres años de cárcel, amparándose en la misma ley de ofensas al sentimiento religioso de Rusia que se aplicó en la condena del grupo de música Pussy Riot tras diferentes protestas en una iglesia de Moscú.
El arresto de Sokolovsky ha sido criticado con dureza en las redes sociales, donde sus partidarios se reunieron bajo el hashtag #FreeSokolovsky. Actualmente Amnistía Internacional solicita su liberación al considerar una violación del derecho a la libertad de expresión.