
El MWC de Barcelona de este año nos ha dejado muchos titulares interesantes y decenas de novedades en el mundo de la telefonía móvil. Los grandes triunfadores de la feria han sido el Samsung Galaxy S7 , Xiaomi Mi5 y el LG G5, acaparando toda la atención. Ahora llega el momento de la verdad y de conocer si los fabricantes nos han vendido humo o realmente sus dispositivos son tan potentes como aseguran. Las pruebas de AnTuTu en la vida real no dicen lo mismo.
Una buena forma de medir la potencia de estos tres teléfonos es hacerlo con el test de rendimiento más popular que existe, y que sirve de referencia para conocer si un teléfono es suficientemente rápido como para justificar, como en este caso, un salto de generación.





Durante la feria hemos podido realizar este test de rendimiento a dos de estos tres nuevos buques insignia. Mientras que el Samsung Galaxy S7 en su versión internacional con el procesador Exynos 8890 obtuvo 131.287 puntos en nuestro propio test, el LG G5 con el procesador Snapdragon 820 hizo lo propio en nuestra prueba alcanzando un resultado de 127.204 puntos.




Ahora viene una de las primeras decepciones de estos tres terminales, y no porque obtenga un mal resultado, porque no es así, sino porque el Xiaomi Mi5 no cumple con las expectativas prometidas ayer por Hugo Barra en su presentación. Porque mientras que Xiaomi presumía de puntuación en AnTuTu alcanzando los 142.084 puntos, los test de uso en unidades utilizadas de forma normal en el día a día demuestran que sus resultados están más en sintonía con su competencia y que tal diferencia no existe, o al menos no es tan pronunciada. El Xiaomi Mi5 en estos test de AnTuTu ha obtenido puntuaciones de 129.414, 133.125 y 127.776 puntos, lo que da una puntuación media de 130.105.



De esta forma el ranking de buques insignia en AnTuTu y que han sido probados fuera del alcance de los fabricantes nos desvela que con muy poco diferencia entre ellos, el Samsung Galaxy S7 es el más potente, seguido del Xiaomi Mi5 y el LG G5. Esto coloca en primera posición al terminal con el procesador Exynos 8890 mientras que los dos con el nuevo Snapdragon 820 se obtienen puntuaciones muy parecidas. Sería un detalle interesante para completar esta tabla la puntuación obtenida por el Samsung Galaxy S7 con el procesador Snapdragon 820, para tener una visión global del rendimiento del que está llamado a ser el procesador de los tope de gama de 2016. De todas maneras hasta que los usuarios no los tengan en sus manos y les den un buen uso diario, es difícil hacerse una idea de quién lo ha hecho mejor.