Analizamos Angry Birds 2 ¿aporta algo nuevo la secuela del juego de los pájaros cabreados?
Esta mañana saltaba la noticia, anunciada por otra parte, de que Angry Bids 2, que llevaba tiempo en el mercado, llegaba por fin a iOS y Android, desatándose la fiebre de los pájaros cabreados una vez más. Dado que el simple lanzamiento dice poco de una vuelta tan importante con la secuela tan largamente esperada y a la que han precedido más de una decena de spin-offs que han repetido hasta la saciedad la fórmula del éxito, nos hemos echado unas horas jugando al título para ver si Rovio consigue sorprendernos esta vez.
Ha llegado a Android y también a iOS – en Windows Phone no está y, de momento, no se sabe cuándo llegará -, la secuela de Angry Birds 2. Ya no es un spin-off con diferentes personajes, entornos u homenajes a grandes mitos del cine como Star Wars. Lleva el 2 en el nombre y eso quiere decir, o al menos se le tiene que exigir, que aporte algo nuevo. Rovio es una empresa que depende del éxito de sus «pájaros cabreados». Los intentos con nuevas franquicias como Amazing Alex, que era un título original y bien «parido» pero que no logró repetir la locura de los carismáticos personajes emplumados.
Con Angry Birds 2, no nos engañemos, se repite la misma fórmula y el sistema de juego parece intacto. Decimos parece porque más que revolucionarlo, que no es lo que se busca (¿Alguien espera que un Super Mario o un Tetris cambie sus mecánicas?), esperamos que haya sido capaz de evolucionarlo para hacerlo más entretenido.
Seguimos teniendo los pájaros, el tirachinas y los cerdos. Hay que lanzarlos y cada uno de los personajes tiene un «poder» especial que nos permite destruir todo el escenario posible para acabar con los enemigos. Hasta ahí tenemos la esencia del anterior título pero empezamos con las novedades.
Ahora elegimos nuestro equipo de pájaros, tenemos «magias» y los escenarios son más complejos
Antes contábamos con una hilera de personajes en un orden invariable. Había que planear qué íbamos a hacer con ellos antes de usarlos o, más bien, adaptarnos a lo que iba pasando. En esta ocasión, con Angry Birds 2 tenemos una baraja de cartas que se corresponden a los pájaros que tenemos a nuestra disposición. Tenemos un número concreto de cartas para superar cada fase, que ahora se divide en dos partes, y podemos recuperar cartas «gastadas» al destruir el escenario. Además, con el tiempo vamos consiguiendo nuevas «magias», habilidades que se añaden a las que ya tenían los personajes.
Es decir, ya tenemos tres componentes de estrategia nuevos: un equipo que formar, más habilidades que se recargan con el tiempo y una destrucción del entorno que, en los niveles superiores, será un factor importante para recuperar esa carta que nos hace falta.
A lo largo de la partida nos encontraremos también, cada cierto tiempo, con jefes finales. Ya no será el «cerdo gordo» y siempre el mismo, tendremos diferentes enemigos que destruir y que son bastante duros de pelar a los que habrá que buscarles el «truco».
Y el F2P llegó a Angry Birds en forma de micropagos
Si había una cosa que nos gustaba de Angry Birds era que se trataba de un juego en el que se pagaba una vez y listo. Esta fórmula se ha dejado de lado por un sistema similar al de Candy Crush en esta secuela.
Si amigos, en Angry Birds 2 hay «vidas», en concreto 5 como máximo. Son las veces que podemos fallar al superar un nivel. Después de eso podemos comprar más gracias a las gemas, que son la moneda del juego. Como siempre, también podemos esperar ya que cada día se nos ofrecerá un pack de gemas que nos darán para comprar vidas – y ganar alguna más viendo vídeos publicitarios -. Sin embargo, esa adictiva sensación de intentar e intentar una y otra vez un nivel se acabó, habrá que pensárselo dos veces si queremos que la partida dure algo más que un suspiro.
¿Se han cargado la fórmula del éxito de Angry Birds?
Vamos a ser serios, y sobre todo a no ser inocentes. El paso a los micro-pagos de Angry Birds 2 estaba cantado, no porque ya lo vieramos en iOS, sino en algunos de sus últimos spin-offs como el genial Angry Birds Epic, el RPG que lanzaron el año pasado. Ahora bien, en este título estaba muy medido y se podía disfrutar sin problemas sin gastarse un euro. De forma más pausada pero se podían superar todos los retos.
En Angry Birds 2 está por ver. El límite de 5 vidas ya lo hemos sufrido en títulos como Candy Crush Saga. Y por si os lo preguntáis, Angry Birds 2 también se conecta con nuestra cuenta de Facebook por lo que se avecinan un aluvión de peticiones de amigos – y quizás de relaciones rotas – para recibir vidas con las que acabar con los cerdos verdes. Es verdad, como se puede ver en la imagen, que nos van a dar gemas por muchas cosas: subir de nivel, conseguir misiones, misiones diarias, jugar en diferentes modos, etc. La pregunta ¿será suficiente para que quien tenga la paciencia suficiente no pierda los nervios?
Conclusión
No vamos a criticar los gráficos, son espectaculares como se cabría esperar, y las nuevas mecánicas de Angry Birds 2 suponen una evolución frente a lo anterior que lo hacen interesante. Ahora bien, la sencillez era lo más atractivo de la primera versión y quizás tantas elecciones y opciones echen atrás a más de un jugador. Por otra parte, el límite de cinco vidas y los micropagos, repetimos, puede ser el talón de Aquiles que acabe de secar la «gallina cabreada» de los huevos de oro.
Esta es nuestra opinión, pero a continuación tenéis los enlaces para descargar el juego vosotros mismos y dejarnos la vuestra en los comentarios.