El juego Crazy Taxi es una versión para los dispositivos móviles, en este caso para Android, del título para videoconsolas. Por lo tanto, hablamos de un desarrollo que tiene ya un tiempo pero que, realmente, no ha pedido ni un ápice del dinamismo y adicción que existe cuando se juega… que será bastante tiempo.
Crazy Taxi no es que tenga un guion muy profundo, pero sí el suficiente para que no parezca que no se sabe a lo que se está jugando. El jugador se pone en la piel de un conductor de taxi que, para poder ganarse la vida (e ir continuando en la partida) tiene que ir recogiendo los diferentes pasajeros que aparecen en la ciudad para llevarlos a su destino. Es decir, algo sumamente lógico y que no hará perderse a nadie a la hora de ponerse al volante.
Pero no todo es de color de rosa -ni amarillo del coche que se conduce-, ya que existen algunas dificultades: mucho tráfico, peatones que se cruzan por la carretera y, el tiempo… Sí, el tiempo es el mayor de los problemas que tienes a la hora de ponerte al volante ya que para cada “carrera” existe una cuenta atrás para conseguir llegar al destino. Si no se consigue, el pasajero se queja, baja del taxi y se va sin pagar. Así de sencillo.
Por cierto, para conocer lo complicado que es un encargo, existe un código de colores (que va de verde a rojo) para conocer cómo de difícil es el encargo que tiene el cliente, que lo identificarás por un círculo que lo rodea. Por lo tanto, sabes a lo que te expones. Eso sí, encima del taxi que se conduce hay una flecha que indica la dirección que hay que seguir para llegar al destino. Una buena ayuda y que comprobarás que, en más de una ocasión te “invitará” a pasar por dentro de parques y de isletas, todo lo que haga falta con tal de llegar a donde te pide el cliente.
Existen diferentes modos de juego en Crazy Taxi, lo que aumenta el tiempo que se puede disfrutar del juego de SEGA. Entre los existentes puedes encontrar el denominado Original, que es el de toda la vida, pero hay variantes como Crazy Box donde las cuentas atrás tienen presencia, y Arcade, donde se tiene un tiempo máximo y se debe conseguir realizar el mayor número de “carrearas”. Un detalle: al completar estas lo que se gana es dinero, que depende del tiempo que se tarde y, también, de “lo mal” que se le haga pasar al cliente.
No es el mejor en los gráficos, pero sí que son adecuados
Pues no es el juego que tiene imágenes en tres dimensiones, pero sí que resultan suficientes para que no desentonen y, además, los que han jugado a las versiones de las consolas pensarán que están viendo alguno de los títulos en sus versiones originales. Eso sí, la corrección de bordes no es la mejor del mundo y los personajes que aparecen no están todo los conseguidos que los avances tecnológicos permiten actualmente. En cuanto al sonido, este acompaña perfectamente a Crazy Taxi, siendo intenso y divertido, lo que siempre es de agradecer.
En lo referente a las opciones disponibles, estas no son muy numerosas, pero si hay dos posibilidades en lo referente a la configuración que sí llaman la atención: la primera es la guía de inicio rápido que existe, que es de gran ayuda para comenzar a jugar y que, además, está completamente traducida.
La otra opción que merece la pena destacar es que Crazy Taxi permite el uso de tres formas diferentes de control: mediante el uso de la pantalla táctil, lo que es ya habitual y no ofrece problema alguno; la segunda posibilidad es controlar el taxi mediante el movimiento del terminal y utilizando el giroscopio; y, finalmente, está el uso de un mando Bluetooth externo, siendo el modelo MOGA el que mejor se adapta.
El juego Crazy Taxi cuesta unos cuatro euros tanto en Samsung Apps (aunque durante este fin de semana se puede conseguir de forma gratuita) como en Play Store. Los requisitos mínimos no son nada elevados, ya que se debe disponer de Android 2.2 o superior y, eso sí, de 142, 44 MB de espacio libre en el terminal (por lo que mucho mejor descargarlo conectado a una WiFi). El caso es que, a buen seguro, que el jugar a este título hace que se pasen unos muy buenos ratos delante del teléfono o tablet.