El Sony Xperia Z llegaba al mercado como algo más que un potente smartphone. Entre sus características técnicas podemos encontrar su carcasa de cristal resistente a los arañazos, al agua y al polvo. Sin embargo, la resistencia de sus materiales tiene un límite, límite que han querido comprobar con una maza, un cuchillo e incluso metiendo el equipo en agua hirviendo. El resultado, en vídeo.
A medida que los smartphones han ido creciendo en tamaño, especialmente un componente tan delicado como la pantalla, los fabricantes se han especializado por imprimir a sus carcasas y display una capa que sea lo suficientemente resistente como para proteger el equipo de los agentes externos más comunes. Nos referimos a caídas al suelo, arañazos con objetos punzantes como pueden llegar a ser las llaves o incluso “inmersiones” accidentales en el líquido elemento.
¿Cómo de resistente es el Sony Xperia Z?
El Sony Xperia Z podría ser uno de los ejemplos perfectos. Su fina carcasa está recubierta de cristal reforzado y, además, cuenta con el certificado IP57 que hace el equipo resistente al agua. En teoría aguanta una hora a una profundidad de un metro. Sin embargo, estas medidas protectoras tienen un límite. ¿Dónde ésta ese límite? Muchos de nosotros no querríamos encontrar por nosotros mismos respuesta a esta pregunta por amor al terminal. Tal vez incluso podríamos intuir la tolerancia de los materiales. Aun así siempre existe alguien dispuesto a destrozar un bonito smartphone como el Sony Xperia Z por el simple hecho de colgar un vídeo en YouTube.
“A mazazos”
El protagonista que nos ocupa ya ha colgado diversos vídeos de esta índole. De hecho, no hace mucho grababa la “resistencia” de la carcasa a la orina con su propia micción, lo cual nos permite encasillar las ideas de creador de semejante situación. Sin estupor alguno, nos “regala” nuevos vídeos en los que en esta ocasión pondrá a prueba, sin oportunidad de éxito alguna para el equipo, cuánto resiste la caída de una maza desde aproximadamente medio metro de altura. Obviamente, la presión de un objeto metálico de perfectamente 3 kilos de peso es una prueba poco razonable. El resultado, como podéis imaginar, es la rotura de pantalla y carcasa al instante, a pesar de incluir una capa protectora Dragontrail. Incluso el digitalizador deja de funcionar después del primer golpe.
Otras pruebas
En el segundo caso vemos cómo utiliza un cuchillo y un cúter que no duda en utilizar con saña contra la pantalla. El filo de estos utensilios no tarda en deteriorar la funda protectora que cubre la pantalla.
Por último, y en esta ocasión llegado desde China, tenemos un vídeo menos agresivo, y tal vez hasta más práctico. La persona que aparece en éste reproduce la caída del Sony Xperia Z a una cazuela con un guiso, tal vez una situación algo más convencional, aunque igualmente poco frecuente. El contenido, incluida el agua hirviendo, no parece afectar al funcionamiento del Xperia Z posteriormente, después de 36 horas en remojo.