A buen seguro Apple no se esperaba esta resolución judicial. Colin Birss, juez que lleva este caso en Reino Unido, ha ordenado a la compañía de la manzana que publique una nota, tanto en su página web como en varios medios de comunicación británicos, en los que admita que el diseño de la tableta de Samsung no es una copia del iPad.
La sentencia, recogida en la página Bloomberg, deja claro que Apple debe reconocer públicamente que la Galaxy Tab 10.1 de Samsung no es una copia de su iPad. Para hacerlo debe publicar una nota en su página web pero también en varios medios de comunicación británicos (Financial Times, Daily Mail, The Guardian Mobile y T3) durante seis meses con idea de “corregir la impresión perjudicial” que sobre la tableta de Samsung se hayan podido llevar los consumidores al reiterar que había copiado el iPad. A pesar de esta pequeña victoria de Samsung, lo cierto es que el juez no ha dictado una orden que impida a Apple seguir diciendo que la Galaxy Tab 10.1 y dispositivos similares infringen sus patentes de diseño. Así que la historia no parece terminar aquí.
La respuesta de Apple
La sentencia implica que Apple debe publicar una nota de rectificación en su propia página web algo que, como dice uno de sus abogados, ninguna compañía desearía. Eso de tener que referirse a un rival en la propia página tiene que ser bastante doloroso. Por supuesto, Apple ya ha dicho que apelará la decisión judicial.
La compañía de la manzana tiene procesos judiciales abiertos por todo el mundo, concretamente contra Samsung, HTC y Google, sus rivales directos en el segmento de los smartphones y las tabletas. Entre todos ellos se cruzan acusaciones de copia de patentes de diseño y tecnología de sus dispositivos móviles. Precisamente, una de las mayores batallas judiciales es la que mantiene Apple contra Samsung con relación a la copia de tabletas en países como Alemania, Países Bajos y Estados Unidos.
Sobre la sentencia
Hace unos días ya publicamos una nota en la que el juez que instruye el caso alegaba haber encontrado suficientes diferencias entre la Galaxy Tab 10.1 y el iPad como para que se confundieran. Esta fue la razón por la que no admitió a trámite una medida cautelar contra el modelo de Samsung y por la que ahora ordena a Apple reconocer que la Tab no es una copia del iPad. Es más, en declaraciones posteriores a la sentencia, el fabricante coreano ha dicho que si Apple continúa interponiendo demandas basadas en diseños genéricos, la innovación de la industria podría verse afectada, así como la libre elección de los consumidores.