A la japonesa no le basta con la nueva generación de smartphones Sony Xperia NXT, comandados por el Sony Xperia S. La firma podría estar evaluando la posibilidad de extender su plataforma de juegos y certificación PlayStation a modelos de otros fabricantes para ampliar el negocio de venta de contenidos a través de la PSN Store.
No cabe duda de que los videojuegos en las plataformas móviles son todo un éxito. Apple es uno de los fabricantes que más se benefician de esta tendencia, aunque otros como Sony también apuesta fuertemente por este sector en continuo crecimiento. Ya hace un año pudimos ver la primera muestra con el Sony Ericsson Xperia Play, un smartphone que escondía debajo de la pantalla un teclado en donde encontrábamos un completo mando de juegos del estilo al de sus consolas PlayStation. Del mismo modo, la marca ha ido desarrollando un catálogo de juegos especialmente optimizados para sus teléfonos y los ha introducido en su propia red de distribución, PSN.
Un paso más allá
Esta estrategia servía para proporcionar un valor añadido a sus modelos, tales como os Sony Ericsson Xperia Arc y Xperia Play, que debían recibir el certificado PlayStation para ser compatibles con la plataforma de juegos del fabricante. Sin embargo, los nipones no parecen conformarse con un nicho de mercado reducido a sus modelos Xperia y podrían valorar la idea de potenciar su plataforma de juegos abriendo el ecosistema de videojuegos a teléfonos Android de otras marcas.
El emulador de juegos, compatible otros modelos
La idea sería la de introducir el software Sony PlayStation Suite y la tienda de contenidos en modelos de otras marcas. De esta forma se estaría aumentando exponencialmente el número de ventas de videojuegos y por consiguiente, los beneficios de la marca. De hecho, desde hace meses se escucha que HTC podría ser uno de los primeros fabricantes en incorporarse al proyecto. La idea en sí es interesante si analizamos la cuota de mercado de los teléfonos Android, aunque lo más probable es que Sony impusiera una serie de requisitos a nivel de hardware para garantizar una experiencia de juego satisfactoria, que bien podríamos acotar con los modelos de última generación dentro de la gama alta.