Apple vuelve a las andadas y recurre de nuevo al arte de la censura en la App Store. Esta vez le ha tocado el turno al software desarrollado por Igor Barinov, una aplicación no oficial de WikiLeaks que ofrecía tanto acceso a la información filtrada al mundo por la organización del asesor Julian Assange como a las actualizaciones de la cuenta oficial en Twitter. WikiLeaks para iPhone y para iPad fue aprobada el 17 de diciembre pero a día de hoy no queda ni rastro en la tienda de Apple.
No es el primer caso ni será el último. Apple recurre al derecho del veto y elimina sin piedad de la App Store cualquier aplicación que les resulte inadecuada o, según ellos, no cumplan los requisitos denominados Developer Guidelines. El caso es que la aplicación no oficial de WikiLeaks sigue los pasos de otras tantas como IS Drive o una revista digital sobre Android. De principio son aprobadas pero más tarde, cuando comprueban la utilidad de éstas, son eliminadas sin dar explicaciones.
Rechazo a WikiLeaks
La repercusión mediática de WikiLeaks empujó a Igor Barinov a la creación de una aplicación tanto para iPhone como para iPad que diera acceso a los datos colgados en la web de la organización internacional así como el seguimiento de los Tweet de su cuenta de Twitter. La aplicación fue aprobada por Apple el 17 de diciembre pero a día de hoy ya no queda ni rastro. Al parecer, Apple la eliminó ipso facto y mandó un mensaje a su creador en el que se le indicaba que su aplicación se había eliminado de la venta.
De pago
Aunque el eslogan de WikiLeaks es algo así como La información quiere ser libre, Barinov decidió fijar precio a su aplicación. Por 1,99 dólares ( 1,50 euros), la App WikiLeaks ofrecía la polémica información filtrada por personas anónimas así como seguimiento de los Tweets de WikiLeaks desde los dispositivos portables de Apple. Durante los tres primeros y únicos días que la aplicación WikiLeaks no oficial estuvo en la App Store, este desarrollador ganó 1000 dólares. Según éste, tenía pensado donar a la asociación internacional la mitad de la recaudación o lo que es lo mismo, un dólar por cada venta.
Este es otro ejemplo de la política llevada con obsesión por Steve Jobs, que no permite que las aplicaciones bajo el emblema de la manzana mordida lleven implícita polémica alguna, especialmente las que guarden relación con el sexo.