Podríamos decir que llevar a arreglar el teléfono es el último recurso al que tendríamos que recurrir para resolver un problema con nuestro móvil. Pero a veces no nos queda más remedio por mucho que hayamos cuidado de él con todo el mimo posible. Si es tu caso, te contamos qué hacer antes de llevarlo a reparar.
No es habitual llevar el móvil a reparar, por lo que normalmente no estamos familiarizados con el proceso. Lo cierto es que este requiere de algunas precauciones importantes que debemos tomar para evitar problemas, y sobre todo que no nos cueste la reparación si el teléfono se encuentra en garantía.
Prepáralo para la reparación
Al igual que cuando llevamos un coche a reparar necesitamos preparar la logística para su estancia en el taller y adecuarnos todo para poder hacer uso de la garantía o que no haya problemas en el centro, con el móvil pasa algo similar.
Y es que debemos llevar a cabo algunas tareas para asegurarnos que en el proceso de reparación va a ir como la seda y nos vamos a llevar sorpresas. Y sin duda hay algunas cosas que debemos hacer sí o sí antes de enviar a reparar nuestro teléfono.
Comprueba la garantía del teléfono
Es lo primero que debemos hacer. Todos los móviles tienen que llegar al mercado con dos años de garantía, aunque ya se ha aprobado su aumento hasta los tres años. Por tanto si recuperas la factura de tu teléfono, solo tendrás que comprobar que la compra se ha realizado dentro de ese periodo.
De todas maneras es mejor contactar con el servicio técnico de cada fabricante para obtener todos los detalles sobre la garantía de la que disfruta nuestro teléfono. Para ello será imprescindible conocer el IMEI del terminal, algo que puedes saber tecleando *#06#.
Preserva la garantía ante todo
Si tu móvil está dentro del periodo de garantía, esta debe ser tu principal prioridad, hacer todo lo posible y evitar que el fabricante pueda tener argumentos para no aceptar la garantía de producto para repararlo. Eso pasa por no tocar para nada la estructura y componentes del teléfono. Por supuesto evita hacer cualquier tipo de reparación por tu cuenta, y nunca abras el teléfono. Los fabricantes sabrán perfectamente que lo has hecho, porque hay precintos internos y componentes que pueden desvelar que hemos abierto el terminal. En ese momento quedará anulada por completo la garantía del teléfono.
Tampoco intentes resolver el problema que tenga tu teléfono cargando un software alternativo al que venía de fábrica con tu teléfono. Esto quiere decir que no rootees el teléfono en caso de ser Android o le hagas jailbreak al iPhone para intentar repararlo. Porque para ello deberás desbloquear el bootloader, y es posible que de esta forma se nieguen a reparar tu móvil, y mucho menos que esta pase por la garantía.
Haz una copia de seguridad
Esto no haría falta recordarlo. Pero muchas veces con las prisas de haber cerrado una cita con el servicio técnico y el estrés de nuestro día a día se puede pasar por alto perfectamente. Por tanto es esencial que hagamos una copia de seguridad de todos los datos de nuestro teléfono. Y no hablamos de la que guarda Google con los datos de redes Wifi, apps instaladas o el fondo de pantalla. Sino de una copia de seguridad completa de forma física. Tenemos dos opciones.
Por un lado acceder a los ajustes de sistema, entrar en la sección «Sistema» y pulsar sobre «Copia de seguridad» desde donde podemos hacer una copia local, que lógicamente tendremos que extraer del teléfono. La otra es conectar el terminal al PC mediante un cable USB. Y directamente acceder al directorio de archivos del teléfono para poder extraer todo aquello que nos interese. Como las fotos de la cámara, las descargas, fondos de pantalla, sonidos y mucho más.
Restablece el teléfono
Suele ser lo primero que nos suele preguntar el servicio técnico antes de aceptar la entrada del teléfono en el servicio de reparación, si hemos restablecido el teléfono y el problema persiste. Por tanto es algo que incluso antes de hablar con los técnicos debemos hacer. Si todo lo que hemos probado sigue dando fallo, lo mejor es restablecer el teléfono por completo.
Así podremos conseguir dos cosas, por un lado la posibilidad de resolver el problema, y en el caso de ser así, tenerlo preparado para entregar en el servicio técnico. De esta manera los técnicos tendrá más sencillo encontrar el problema. Encontrarás esta opción junto a la de hacer la copia de seguridad.
Elimina cualquier método de seguridad
Aunque parezca obvio, también podemos pasarlo por alto, pero es esencial enviar el teléfono sin ningún tipo de restricción ni medida de seguridad.
No tendría sentido alguno que los técnicos deban conocer nuestro PIN, y del todo inoperante. Por tanto ni PIN, tampoco patrón, y mucho menos cualquier medida de seguridad biométrica, porque directamente te mandarán de vuelta el teléfono por donde ha venido.
Extrae la tarjeta SIM
Incluso si el problema está relacionado con la tarjeta SIM, debes extraerla antes de llevarlo a arreglar. Ya que el servicio técnico siempre va a tener la posibilidad de comprobar su buen funcionamiento incluso sin ella. Por esa razón debes extraerla principalmente, aunque otro motivo de mucho peso es que no debes dejar nunca información personal en tu teléfono cuando lo llevas a reparar.
Y lógicamente la tarjeta SIM está plagada de datos personales. Además necesitarás la tarjeta para utilizarla en otro teléfono mientras el tuyo se arregla, así seguirás conectado con tu gente.
Extrae la tarjeta microSD
Al igual que la tarjeta SIM, si te la olvidas dentro tus datos podrían quedar comprometidos. Lógicamente los servicios oficiales son de fiar, pero si no es el caso, más vale que tengas la tarjeta en tu poder, en lugar de manos ajenas.
Además, los técnicos no necesitan este tipo de tarjetas para comprobar el funcionamiento de tu teléfono, y en el caso de que así fuera, no te olvides de formatearla antes. Por tanto es esencial que ningún dato personal llegue al servicio técnico, tanto si se trata de la tarjeta microSD, como la SIM o el propio almacenamiento del terminal.