Acabas de estrenar tu nuevo móvil con ilusión, o llevas poco tiempo con él y no has instalado prácticamente, y te dispones a ver cuánta memoria tiene porque quieres ver que los 512 GB anunciados son reales o planificar cómo optimizar los 32 o 64 GB de RAM de ese móvil que has comprado tan barato.
Cómo haces esta comprobación dependerá de tu móvil, algo que es interesante que conozcas, aunque puedes probar a buscar memoria en los ajustes de tu smartphone.
Es en ese momento en el que te llevas una sorpresa, y es que la memoria no es la que han anunciado. Es menos. ¿Qué pasa, te han engañado, has mirado mal? Puede que se te planteen muchas dudas, así que vamos a dar respuesta a esta cuestión tan común, y es por qué la memoria de tu móvil es inferior a la que realmente debería.
El sistema y las apps preinstaladas
Algo que reduce la memoria de tu teléfono sin que tengas que hacer absolutamente nada es el sistema. Solo por tenerlo instalado y empezar a funcionar ya está ocupando espacio. Por eso, cuando acabas de comprar un nuevo móvil o lo estrenas y compruebas tu memoria puedes pensar que tiene menos de lo que anuncian, cuando lo que pasa en realidad es que está siendo ocupado. Lo hace con el sistema operativo y apps instaladas de fábrica.
Como los archivos del sistema ocupan mucho más espacio de lo que puedas imaginar, los fabricantes reservan espacio para ello, y para compensarlo se han puesto las pilas ofreciendo limpiadores para que puedas liberar espacio en tu móvil.
Todo lo que hay en tu móvil ocupa espacio, incluso aquello que no puedes borrar. De 15 a 25 GB o más pueden ir destinados a este uso, aunque puede ser mucho menos si tienes un iPhone.
La capacidad de las actualizaciones
Las actualizaciones de tu móvil también consumen espacio de memoria, por lo que, aunque pueda parecer que no, es algo que reduce tu memoria sin que puedas hacer nada por ello. Y esto sucede con todo tipo de actualizaciones, algo que en cierto modo es inevitable porque es recomendable tener todo actualizado para una mayor seguridad de tu móvil y acceder a las novedades del servicio.
Uno de los principales problemas de esto es que cada vez hay más actualizaciones, algo que de por sí es bueno, aunque no lo sea tanto por lo que consumen, y hay que destinar recursos para ellas. Por eso, si tienes un móvil con poco almacenamiento podría quedarse desfasado en poco tiempo ya que las apps, sistema operativo y demás cada vez todo exigen más recursos y memoria.
Con el tiempo, todo consume recursos
Si ya al principio te puedes encontrar con que “te falta memoria”, con el paso del tiempo lo notarás más. Con aplicaciones que instalas, fotos, vídeos e incluso la caché que se va guardando y que, aunque en principio no ocupa mucho, va haciéndose mayor si no la borras. Al final, un móvil con 32 o 64 GB puede no ser suficiente para ti.
Por eso, es bueno que utilices el limpiador de tu móvil, borres la caché, desinstales apps que no uses, cambies las que más memoria utilizan por otras en su versión Lite y tomes las medidas que consideres necesario para que tu memoria no se quede “corta”. Incluso puedes optar por una microSD si tu teléfono lo permite. En todo caso, recuerda que cuando compres un nuevo móvil la memoria disponible será algo inferior a la que se anuncia en sus prestaciones.