Análisis a fondo y opinión el Samsung Galaxy S8+, el último lanzamiento de la firma coreana. Probamos todas sus características y nuevas funciones como el asistente Bixby, el dispositivo DeX, el reconocimiento de iris y desvelamos todos los secretos del nuevo móvil de Samsung.
Es una realidad que la renovación de modelo tope de gama de Samsung siempre es un acontecimiento especial. Después de un saga de aguerridos modelos, con el inolvidable Galaxy S como origen y las demás evoluciones (S2, S3, S4, S5 y S6) como aliados, la firma ha creado una línea de producto que es la única a día de hoy que se mira de tú a tú con el iPhone.
Diseño – Pantalla – Edge Panels – Rendimiento – Cámara – Bixby – Reconocimiento – DeX – Audio
Una saga de modelos top, culminada ahora con el Samsung Galaxy S8+, que con los afilados EDGE en escena han ido destruyendo a toda la competencia que ha osado ponerse a su lado. Si un primer momento, al menos en el mercado español, HTC fue la primera víctima de estos dispositivos, posteriormente Sony, LG y en última instancia Huawei no han podido con el poderío de los Galaxy más potentes. Además no son modelos baratos y aun así se venden como diablos. Estamos pues ante un modelo que se juega mucho en el mercado por lo que representa para la firma en términos de rentabilidad, imagen y evolución como producto en sí.
Diseño
No se puede negar que es uno de los puntos estrella del Samsung Galaxy S8+. Se trata de un diseño, el de la pantalla curvada por los lados, lanzado en el S6 Edge, heredado en el S7 Edge y que llega a su máximo desarrollo en el modelo que nos ocupa. Básicamente se trata de llevar todavía más al extremo la pantalla, de hecho la firma lo llama ahora “infinita”, ya que perdemos, por un lado el botón central mecánico por un sensor táctil que recorre la parte inferior de la pantalla y así hacer aparecer los botones pertinentes cuando sea necesario.
En la parte superior la cámara, sensores, el escáner de iris y otros tres componentes se reducen al máximo para ampliar la pantalla. Con los datos en la mano y dejando al lado las dimensiones que analizaremos más adelante, se puede decir que el S8 es el modelo Edge que más pantalla ha ganado con respecto a sus predecesores. Desde el punto de vista estético es obvio que el Samsung Galaxy S8+ dispone de un aspecto que pocos modelos pueden ofrecer. Es diferente y original. Además, la curvatura hace que cogerlo sea todavía mucho más fácil y agradable, es innegable que aporta ergonomía.
En cuanto a si gusta o no, el mercado dice y con mucho margen que sí. A nosotros nos parece un terminal bastante bonito y sobre todo, no nos cansaremos de decirlo, diferencial. La firma echó el resto con la fábrica que creó para realizar estás pantalla, con 2.000 millones de euros de inversión, y el resultado está ahí. De hecho, otros modelos de la competencia emulan o dicen tener pantallas curvadas o 2,5D, pero, de momento Samsung es la única de las firmas punteras que lo tiene. No podemos olvidar que a la complejidad de su fabricación se une que desde el S7 hablamos de modelos IP68 (30 minutos a 1,5 metros de profundidad en agua) por lo que las cotas de complicación a la hora de fabricar y ensamblar suben todavía muchos más enteros.














Frente al S7 mantenemos la primera impresión que vivimos en la toma de contacto durante la presentación internacional en Londres. Es más elegante, el trabajo en los perfiles es mejor (muchos menos vértice laterales que el S7) y sobre todo, esto es clave, se sujeta mejor por detrás, nos da la sensación que el tratamiento de la parte trasera del Samsung Galaxy S8+ mejora el agarre con respecto al S7. Ahí detrás tenemos otro de los componentes clave, el lector de huella dactilar (ubicación que no es la mejor que cabría esperar), que junto con el escaner de iris y el reconocimiento facial componen los elementos de seguridad. La calidad de terminación del equipo es soberbia, muy sólido y con un gran tacto a teléfono de gama alta. Por lo demás comentar que en la parte inferior mantenemos altavoz, conector de 3,5 mm. para auriculares y el conector, en este caso ya USB Type-C. En la zona superior sitio para el soporte de la nanoSIM y la tarjeta de memoria que puede alojar, de hasta 256 GB.
Pantalla
Si en el Samsung Galaxy S8+ el diseño externo es clave, no digamos la pantalla Dual Edge Super AMOLED o mejor dicho sus cualidades y comportamiento a la hora de mostrar la información. Como se puede ver en la foto comparativa que hemos hecho, el S7 ganó espacio en el frontal y en el borde, pero no de una manera tan evidente como el S8, que como vemos lleva todo mucho más al extremo. Según la firma ha ganado hasta un 18% en superficie con respecto al modelo anterior con el detalle de tener ahora esquinas redondeadas. Se trata de un panel de 6,2 pulgadas con una densidad de color de 529 ppi, resolución QHD+ (2960 x 1440 píxeles) y una relación de aspecto de 18,5:9 (puede ajustar a pantalla completa vídeos en formato 16:9).
Todo ello aderezado con una protección Corning Gorilla Glass 5 y con el pertinente tratamiento que hace Samsung de sus pantallas, lo que les dota de una suavidad de funcionamiento al alcance de pocos modelos. Antes de ver los datos que emitan las pruebas en Display Tester nuestra impresión es que la firma echa el resto en este componente. Desde el nacimiento de las pantallas AMOLED, Samsung ha liderado este apartado y no para de hacerlo. Brilla y da unos colores que es un escándalo. Bien es cierto que hay usuario que ven quizá demasiado forzado el brillo, pero con un leve ajuste del mismo (ideal para la batería), es una delicia de pantalla. Para nosotros de lo mejor que hay. No podemos ser más directos.




Edge Panels
Fue sin duda una de las novedades del primer Edge, el S6 y como no podía ser de otra manera en el Samsung Galaxy S8+ va un paso más allá. Primero tenemos las aplicaciones, luego los contactos, acceso directos para hacer capturas de pantalla más cuidadas… calendario y reloj, pero eso es solo como viene de serie. Ahora tenemos hasta siete pantallas EDGE, con todo tipo de opciones en cuanto al contenido, ya que además de lo que hay en el terminal podemos descargar paneles para WhatsApp, Spotify, restaurantes, salud… hay miles en la zona de descargas. Si bien el primer S6 la verdad es que la prestación pasó sin pena ni gloria, en el Samsung Galaxy S8+ creemos que puede dar mucho juego ya que funciones como el calendario o el reloj despertador quizá puedan “provocar” más al usuario a utilizarlo. Digamos que tiene más sentido y nos ayuda más que en versiones anteriores.






Rendimiento
De nada sirve un súper móvil si el procesador, en este caso el Exynos 8995 de ocho núcleos, la RAM 4 GB en este caso y la GPU o procesador gráfico (Mali-G71 MP20) no hacen bien su trabajo, porque aquí a veces creernos que hay mucho por hacer. El Exynos es una bestia, primero de su especie de 10 nanómetros del que la firma asegura consume un 20% menos de batería. Algo leve ya que el Samsung Galaxy S8+ dispone de 3.500 mAh, frente a los 3.600 mAh del S7 Edge con un 18% más de superficie. La firma asegura además que rinde un 10% más y que su potencia gráfica se eleva un 21%. Como siempre nada mejor que los diferentes test de rendimiento para ver de lo que es capaz. En la práctica pocos peros se le pueden poner. De verdad que «puede con todo».




Cámara
Desde que Samsung lanzase el Galaxy S6, la cámara no solo de ese modelo, sino del S7 y ahora el S8 han sido reconocidas por toda la prensa internacional como de lo mejor de la especialidad.
Hasta ese momento ningún móvil había rivalizado o superado al iPhone en cuestiones claves como es la interpretación de la escena, velocidad de disparo, luminosidad o realización de vídeo. No es cuestión a abrir ahora la caja de los truenos entre los dos modelos, porque podemos encontrar miles de opiniones de ambos bandos, pero si es cierto que nos enfrentamos a una de las mejores cámaras del momento.
Con un modo manual demoledor que permite hacer, como ya vimos en el S6 y S7, verdaderas diabluras, no podemos olvidar en el Samsung Galaxy S8+ el compensador de la exposición del modo automático. Es bastante efectivo y sobra para que la mayoría de los usuarios lo borden a la hora de hacer una toma. Puestos a pedir nos gustaría tener, en el modo manual, dos niveles de mediciones y ajustes en la escena y poder contrarrestar la luminosidad del objetivo cuando usamos bajas velocidades de obturación. Bendito problema cuando hacemos tomas nocturnas, pero algo complejo de usar cuando hay mucha luz.
NOTA ACLARATORIA: Evidentemente, todas las fotos que veis a continuación han sido tratadas para poder subirlas al artículo. Si queréis ver los las fotos originales sacadas directamente del Samsung Galaxy S8+, aquí tenéis un enlace con todas las fotos.








Pero vayamos por partes que nos “calentamos” con la cámara sin haber empezado. Para empezar es el primer Galaxy Edge que por fin tiene la cámara 100% integrada en la carcasa, clave para preservarla de posibles golpes y demás y uno de los puntos más criticados de los modelos anteriores. Se trata de un sensor Dual Pixel con una resolución de 12 Megapíxeles (4032 x 3024) en formato 4:3 (9.1 MP en 16:9), estabilizador de imagen óptico, HDR, F1.7 de apertura, con 1.22µm de tamaño de pixel, 1/3.6″ para las dimensiones del sensor y un campo de visión de 80… que puede generar ficheros RAW (solo en modo pro).


Se trata (los denominados RAW) de los ficheros puros que usan los fotógrafos más avanzados, ideales para trabajos profesionales o edición, y que podemos generar en el Samsung Galaxy S8+. Un lujo, eso sí, no los pierdas de vista ya que se comen mucho espacio de memoria. Si una foto del Galaxy S8 ocupa algo menos de cinco megas a máxima resolución, en el caso del RAW es cinco veces más.




El Dual Pixel o pixel doble aporta pleno enfoque en el 100% de los píxeles del sensor. En la mayoría de los sensores, entre un 1 y 3% de los píxeles realiza enfoque y análisis de la escena mientas el resto se limita a “recoger” la imagen. Esto se complementa con el nuevo multiproceso de la cámara (Samsung lo llama Multicaptura), realizando entre tres y cinco fotos de la escena, quedándose con la mejor en enfoque y luminosidad, pero añadiendo las partes de las otras si en alguna zona son mejores. Impresionante sin duda. En cierta manera es similar en funcionamiento que no en fin, que el HDR, más centrado en el brillo de la escena que no en demás parámetros como el enfoque. En resumen una pasada de trabajo que el equipo realiza en milisegundos, sin que el usuario se entere.






En el modo vídeo más nivel, graba a 4K a 30 fps, a 60 fps si pasamos a 1080p, 240 en modo lento a 720p, disfruta también del estabilizador óptico, enfoque continuo, detección de caras y fijación de objeto para su seguimiento (un lujo). Todo ello con la opción de hacer fotos de hasta 9 megapíxeles cuando grabamos vídeo en 4K. Delante la cámara baja a los 8 megapíxeles en formato 4:3 (6 MP en 16:9), con apertura F1.7, 1.22µm de tamaño de píxel, 1/3.6″ de tamaño de sensor y un campo de visión de 80, modo selfie angular, autoenfoque y con corrección silueta incluido… y vídeo en QHD a 2560 x 1440 píxeles. Su comportamiento en vídeo, como pasa con las fotos, es para muchos el mejor del mercado y creemos que va a costar mucho quitarles la razón, al menos hasta que aparezca el nuevo iPhone. Lo mejor ver los vídeos que os dejamos, hablan por sí solos.
La interfaz de la cámara del Samsung Galaxy S8+ es una clara evolución del S7 y S6 pero con leves retoques en la iconográfia o más concretamente en las escalas de medición de los diferentes parámetros. También cambia el icono que hace las veces de botón de obturador, que ahora es móvil para manejar el zoom y que no nos puede parecer más efectivo. Por cierto para hacer fotos disponemos también de los comandos convencionales, bien de la opción de pasar la mano por la pantalla o de dar un leve toque en el lector de huellas.
A la hora de usar la cámara del Samsung Galaxy S8+ lo primero que llama la atención es la velocidad de disparo que es endiablada, de hecho en el modo Pro tenemos un rango de disparo que va desde unos alucinantes 1/24000 hasta 10 segundos. Para hacernos una idea con una velocidad 1/2000 ya dejas un Fórmula 1 clavado y con una velocidad 1/125 puedes hacer los barridos de tu vida. Es decir tenemos un rango de velocidad de obturación que es una orgía lumínica. Lo mismo pasa con el ISO, la sensibilidad de las antiguas películas de papel o diapo, ahora amulado en el mundo digital que va desde 50 (para escenas con mucha luz) hasta 800 (idal para la noche, eso sí, con gran opción de grano en la toma final).








Siempre en el modo automático destaca el compensador de exposición que ya teníamos en el S7 y el enfoque de seguimiento o traking, lástima que no podamos disponer de los dos a la vez. Este último modo es clave cuando no queremos perder algo en foco, ya sea porque se mueva o porque queramos reencuadrar la foto.
Si pasamos a los modos Pro, Comida, cámara lenta, doble foco… del Samsung Galaxy S8+ poco podemos decir que no hayamos dicho ya de estos módulos de cámara de Samsung. Son bestiales. En el Pro que es donde más hemos trabajado, el enfoque manual recibe ahora lo que alguna marcas llaman “focus peaking”, es decir , la cámara destaca en un verde chillón la zona donde hemos enfocado, algo que hace mucho más sencillo todo. Sino quieres complicaciones la medición ponderada (también tienes central o puntual) es otra solución genial, ya que dispone de hasta 42 puntos de medición en pantalla que de manera dinámica no paran de analizar todo lo que hay en la escena para ajustar el enfoque y medición al detalle.
Bixby
El asistente personal ha sido una de las novedades del Samsung Galaxy S8+, de hecho desde que Apple lanzase Siri, Samsung tenía esa espina clavada que al final se ha sacado. Su utilidad es bestial ya que podemos hacer cosas tan dispares como regular el brillo de la pantalla, que nos haga un selfie, que nos busque una botella de vino que nos ha dejado un colega, hacer una animación con varias fotos de una ciudad que hemos visitado, conectar el Samsung Galaxy S8+ a la tele … La idea y la verdad es que lo han conseguido, es que puedas hacer casi todo con el teléfono sin tocarlo y sólo con el uso de la voz, algo que se persigue desde hace mucho tiempo. De hecho Bixby según la firma puede escuchar, ver, recomendar y recordar. Lo dicho, un todo. Funciona bien, pues no podemos olvidar que versión de nuestro Samsung Galaxy S8+ no tendrá manejo por voz hasta finales de este año por lo que la prueba no ha quedado cómo nos gustaría.



Una vez activada nuestra cuenta de Samsung (sin ella no funciona) nos encontramos con un sistema que intenta ponernos en una sola pantalla casi todo lo que necesitamos. Agrupa en un solo asistente todo lo que pasa en el equipo que afecte al usuario. No obstante nos quedamos con las ganas de probar el tema de la voz, aunque sí hemos probado Bixby en la cámara de fotos. Ahí es capaz de reconocer en segundos lo que tiene delante y buscarnos, bien todo en Internet o el producto en cuestión para comprarlo. Las capturas que tenéis arriba hablan por sí solas.
Reconocimiento facial
Es otra de las prestaciones estrella del terminal y como no podía ser menos lo hemos probado a fondo, de hecho os dejamos un vídeo dónde podéis ver cómo funciona. La impresión es que va muy rápido es efectivo. En ambos casos, al menos en nuestra unidad de prueba no ha dado error alguno y el funcionamiento ha sido veloz. El reconocimiento facial va de lujo y el de iris idem. Si tienes gafas el de la cara no da problema alguno. En el caso del iris, si lo usas con gafas te pedirá algo más cercanía del terminal pero funciona perfectamente.




DeX, el Samsung Galaxy S8 se transforma en un Chromebook
Es una de las novedades del Samsung Galaxy S8+ y aunque la firma no nos ha dejado una unidad de este accesorio, sí hemos podido al final en sus oficinas hacer una toma de contacto y un vídeo que os adjuntamos algo más completo y pausado de lo que pudimos ver en Londres.
Es clave decir que lo que veis es un Samsung Galaxy S8+ conectado a la pantalla sin nada más, sólo con DeX. Nos explicamos, muchas demos de este sistema se han hecho con el S8 conectado a redes de empresa, escritorios remotos y demás. Nosotros queríamos mostrar y probar cómo funcionaba el terminal por sí solo y así lo hemos hecho. Hemos abierto una hoja de Excel, vídeo y demás opciones que tiene para que veáis el sistema cómo funciona sin trampa ni cartón.
Sonido
Ha sido otra de las novedades del equipo, la incorporación de unos auriculares AKG que harán la delicia de los más aficionados a la música. Lo mejor desde nuestro punto de vista es que todo no se ha quedado ahí, ya que poner unos auriculares buenos en un móvil es algo bastante sencillo. Samsung incorpora en el sistema operativo unas avanzadas opciones de audio, donde además de tener todo tipo de posibilidades de ecualización podemos incluso definir modos propios de sonido según nuestro imput una vez puestos los auriculares. No vale con la opción de sonido envolvente o el UHQ para la mejora de la escucha de música de calidad, podemos ir más allá con el Adapt Sound y hacernos nuestro modo propio como hemos comentado.
Lo mejor
- Diseño
- Cámara
- Pantalla
Lo peor
- Compensación de escena y focus tracking incompatibles
- Ubicación lector de huellas