Los chicos de iFixit ya tienen en su poder el nuevo iPad Pro 9.7 y como suele ser habitual han llevado a cabo su popular desmontaje. Pieza a pieza, no han dejado ni un solo tornillo (ni cinta adhesiva) por desatornillar. El objetivo, además de echar un vistazo más detallado a todos los elementos del hardware, es valorar la dificultad que ofrece el tablet a la hora de reparar o sustituir algún componente como puede ser la pantalla.
Lo cierto es que la conclusión final es radical. La compañía dedicada a la reparación de dispositivos electrónicos puntúa el proceso de desmontaje del iPad Pro de 9.7 pulgadas con un dos sobre 10. De este modo podemos hacernos una idea de la dificultad que plantea reparar cualquier elemento del equipo puesto que, según la tabla de puntuaciones, el 10 denota una labor muy sencilla. Por tanto, el iPad Pro 9.7 se presenta como un dispositivo muy difícil de reparar. ¿Por qué?
El iPad Pro de 9.7 pulgadas ya es oficial y éstas son todas sus características
El grosor, origen de “todos los males”
Principalmente por su delgadez. Y es que esos 6.1 milímetros que luce el iPad Pro 9.7 han requerido toda una labor de ingeniería por parte de Apple. El diseño del compartimento interior y ensamblaje de los componentes giran en torno al grosor de la tablet. No solo la pantalla está fabricada con técnicas y tecnología encaminadas a reducir el espesor de las capas que la conforman. Para que el equipo sea tan compacto la firma de la manzana mordida ha tenido que recurrir a potentes adhesivos para fusionar el hardware. De hecho, abrir la carcasa del iPad Pro 9.7 es toda una hazaña que requiere de mucha paciencia y un intenso foco de calor para ablandar las cintas adhesivas. Por tanto, pocos tornillos y mucho pegamento.
Si rompes la pantalla….la reparación no sera económica
Esta sujeción hace que sustituir el cristal de la pantalla, en caso de rotura, sea una labor bastante complicada puesto que hay riesgo de dañar el display LCD, por lo que el coste de la reparación se eleva dado que puede ser necesario sustituir el panel al completo.
Probamos el iPad Pro de 9,7 pulgadas, toma de contacto y opinión
Una vez levantada la carcasa de aluminio, menos laborioso parece el desmontaje de otros componentes como la placa base en la que se incrusta el SoC Apple A9X y los distintos chips. Lo mismo sucede con la batería, dividida en dos, con una capacidad de 7.306 mAh. Este dato supone una capacidad ligeramente superior a la del iPad Air 2, aunque Apple ofrece unos datos de autonomía idénticos, de 10 horas. Lo mismo sucede a la hora de sustituir algunos de los módulos que incluyen los altavoces, la cámara o los conectores de la antena destinada a ofrecer una buena cobertura inalámbrica.
En conclusión, el pegamento y adhesivos utilizados en el ensamblaje del iPad Pro 9.7 propician que Apple ofrezca un tablet ultra delgado, pero a la vez todo un reto para su posterior reparación, que se plantea como realmente complicada.
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