Xiaomi es, seguramente, una de las compañías que en el ámbito de la tecnología más ha crecido en los últimos años. Tanto es así que, con apenas cinco años de vida a sus espaldas, se ha permitido el lujo de colocarse como el tercer fabricante mundial de smartphones durante el pasado año 2014, muy cerca de Samsung y Apple. Pero claro, cuanto más alto subes, más competencia te aparece y a lo mejor hay quien decide copiar la fórmula que has utilizado para tener un ascenso tan meteórico.
Y a Xiaomi le están dando de su propia medicina, de esa que llevó a Jon Ive a tachar de ladrones a los de Hugo Barra a cuenta de su estrategia de plagiar los diseños e incluso la imagen corporativa y de comunicación de sus productos.
Lei Jun se queja amargamente
No ha sido un ataque tan directo como el del diseñador de Apple, pero sí que ha dejado caer que aunque los resultados de la compañía son espectaculares, hay productos (como el Mi Power Bank) que han sufrido el impacto de las copias baratas, de las falsificaciones. Concretamente, el CEO de Xiaomi ha dicho que «El principal problema es que hay demasiadas falsificaciones. Si no existieran, nuestras ventas se habrían duplicado o triplicado».
Hay que tener en cuenta que estas declaraciones se producen tras anunciar que esas baterías de los chinos han conseguido vender 14,6 millones de unidades. Y eso a pesar de haber sufrido en sus carnes lo que significa que lleguen al mercado productos que te copian, literalmente, cada detalle del diseño original. Un trabajo en el que no solo se invierte tiempo o dinero, sino también talento.
El precio del éxito
Xiaomi está ahora mismo viviendo en sus carnes el precio de estar en lo más alto del mercado y ser el objeto de deseo de muchos usuarios. Esto lleva a compañías que se quieren abrir paso a querer replicar tu éxito del mismo modo y ahí empiezan los problemas.
Aunque en este caso, existen daños colaterales como son los usuarios, que llegan a no saber si están comprando un producto original de Xiaomi u otro que no lo es. A tanto ha llegado en los últimos tiempos esta fiebre, que hasta los chinos han tenido que lanzar una aplicación que nos enseña a identificar los dispositivos ‘oficiales‘, así como guías para no caer en las garras de los Mi Power Bank ‘falsos‘.