Aunque Android ha tenido desde tiempos inmemoriales muchas más formas de desbloquear el móvil, en Apple han sido siempre bastante conservadores y eso de usar nuestra cara, un patrón o cualquier otro método no les ha seducido lo más mínimo, lo que les llevó en 2013 a ‘inventarse’ ese Touch ID que necesita de nuestra huella dactilar para darnos acceso al terminal.
¿Claves simples o complejas?
El iPhone tiene un solo método para desbloquear el móvil si no optamos por usar el Touch ID: un ‘passcode’ o código de seguridad que, a su vez, puede ser simple o complejo. Normalmente se ha creído que los iPhone (y los iPad) no dejan más que configurar un simple PIN de cuatro números, pero hay una opción dentro de iOS que deja hacer mucho más.
Concretamente, hay una opción dentro de Touch ID y código en los Ajustes que tendréis activada si sois usuarios de móviles Apple desde hace muchos años, ya que con cada copia de seguridad que instaláis de vuestros viejos dispositivos la vais heredando siempre en esa posición. Es eso que justo aquí debajo tenéis como Código simple, y que es lo que activa que solo nos pidan cuatro número. El PIN de toda la vida.
Si desactiváis esa opción, pasaréis a un menú que os pide un código más grande, alfanumérico, que seguramente tendrá más de las 10.000 combinaciones que ‘solamente’ tiene el PIN. Es aquí donde de verdad tenéis la oportunidad de blindar vuestro dispositivo con una contraseña realmente eficaz, que alterne números con letras mayúsculas y minúsculas que harán prácticamente imposible que se la salten.
¿Inconvenientes? Pues que cada vez que tengáis que desbloquear el móvil para realizar alguna acción, tendréis que introducir ese ‘passcode‘ y si lo hacéis muy seguro puede convertirse en una sucesión de tecleos infinito.
¿No es seguro el código PIN?
Esta cifra de cuatro números es solo la primera muralla de todo el sistema defensivo por que luego está la ID de Apple si los que se han metido en tu terminal lo que quieren es borrar el dispositivo para quedárselo.
El gran problema del código PIN es que, como seguramente muchos hacemos, ese mismo número lo acabamos utilizando para todo lo demás y eso significa que nuestra información sensible queda expuesta: Dropbox, OneDrive, Google Drive, el propio PIN de la tarjeta SIM, etc.
Así que aunque sea un trabajo mayor de memorización, la mejor opción si no tenéis Touch ID es recurrir a la combinación compleja, que es un poco más ‘latosa’ pero termina por beneficiaros más a la hora de impedir el robo de información o del propio dispositivo (si no activáis Find my iPhone).