En algún momento, todos hemos enfrentado el dilema de tener que reparar o comprar un nuevo teléfono móvil. Ya sea porque la pantalla se ha roto, la batería comienza a fallar y agotarse antes de la cuenta, o el rendimiento general del dispositivo ha comenzado a bajar considerablemente, la pregunta es inevitable: ¿vale la pena gastar dinero en la reparación o es mejor pensar en la compra de un nuevo dispositivo? A continuación, te ayudamos a tomar la mejor decisión.
Uno de los principales factores a tener muy en cuenta es el costo de la reparación en comparación con el precio de un nuevo móvil. Una reparación puede ser incluso más costosa si tu teléfono es de alta gama, sobre todo por el coste de los remplazos. Cambiar una pantalla rota o una batería que ha terminado su vida útil y siempre está agotada, puede implicar un gasto considerable, y si además, ya no tiene garantía, el coste puede ser mayor.
El costo de la reparación puede ser peor que comprar un nuevo móvil
Una regla que suelo aplicar para estos casos, es que si la reparación cuesta más del 50% del valor actual del móvil, en ese caso, lo mejor es invertir en uno nuevo. Además, es importante tener en cuenta que las reparaciones no siempre garantizan que el teléfono quede al 100%, lo que puede llevar a frustraciones a largo plazo. Ya sea porque repares una cosa y falle otra, o porque incluso la avería que presentaba sea una avería reincidente en la pieza en cuestión. Además, si reparas la pantalla, y no cambias la batería, estás dejando una batería que seguramente tenga una fecha de caducidad, por lo que deberías tratar también de cambiar esta pieza para garantizar una mayor vida de tu móvil.
Antigüedad del dispositivo
Otro aspecto que debes tener en cuenta es la antigüedad del móvil. Si tu teléfono tiene más de 3 o 4 años, es probable que esté obsoleto en términos de soporte, de actualizaciones e incluso de rendimiento. Los fabricantes dejan de ofrecer actualizaciones para los modelos viejos, así que tendrás un dispositivo que puede presentar fallos de seguridad y ser foco de algún tipo de hackeo, o de ser más vulnerable de infectarse con virus, además de perder compatibilidad con aplicaciones de uso frecuente.
En estos casos, incluso si la reparación es económica, es posible que no valga la pena debido a las limitaciones a nivel de sistema operativo y de las aplicaciones. Optar por un móvil nuevo no solo te proporcionará mejoras en rendimiento, sino también acceso a las últimas tecnologías y funciones.
Batería agotada
Uno de los problemas más comunes con los móviles antiguos es la degradación de la batería. Si tu teléfono ya no mantiene una carga decente o si se apaga de manera inesperada, cambiar la batería puede ser una solución temporal. Sin embargo, si el resto del teléfono también está mostrando signos de que sus componentes empiezan a dar problemas, puede ser más rentable adquirir un nuevo. De hecho, una batería que presenta un mal funcionamiento a partir del cuarto año puede ser incluso peligrosa.
Problemas recurrentes
Si ya has tenido que reparar tu móvil varias veces en un corto periodo de tiempo, es un indicio de que el dispositivo está pidiendo a gritos ser reciclado. Las reparaciones frecuentes pueden ser una señal de que otros componentes también están comenzando a fallar. En lugar de continuar invirtiendo en arreglos, es mucho más inteligente considerar la compra de un móvil nuevo que evitará todo este tipo de quebraderos de cabeza.