Uno de los mayores quebraderos de cabeza para los usuarios es que el móvil tarde mucho en realizar cualquier acción por insignificante que sea. Son muchos los posibles causantes de estos problemas, aunque hay ocasiones en las que no están relacionados con fallos de funcionamiento ni nada por el estilo, sino más bien por la memoria del teléfono.
Existen muchos motivos por los que un teléfono puede funcionar lento y la capacidad de almacenamiento suele pasar desapercibida en muchas ocasiones. Además, esta es importante en cualquier tipo de dispositivo, así que merece la pena comprobar el espacio interno periódicamente para evitar esta clase de situaciones.
La memoria del móvil está llena
Hoy en día la gran mayoría de los smartphones presumen de un almacenamiento de como mínimo 128 GB, los cuales son suficientes para no experimentar ralentizaciones de funcionamiento en mucho tiempo. Sin embargo, hay móviles de gama de entrada que solo cuentan con 64 GB y en esta ocasión el problema puede ser más perceptible a corto plazo.
Merece la pena indicar que los teléfonos ya vienen de fábrica con cierto espacio consumido debido al tamaño del sistema operativo y aplicaciones predeterminadas. Si bien es cierto que la presencia de esta clase de apps cada vez está más limitada, aunque siguen estando presentes en muchos dispositivos antiguos. Esto hace que en casos como los terminales de poca memoria, no quede mucho espacio disponible.
Es importante saber que para funcionar plenamente de forma óptima es necesario disponer de almacenamiento libre. Esto se debe a que el sistema operativo necesita unos recursos mínimos para trabajar sin ningún inconveniente, puesto que necesita acceder a la caché para cargar algunos elementos de manera rápida y sin congelaciones.
No obstante, hay que tener en cuenta varios aspectos en este sentido. Lo primero es que las aplicaciones que tienes instaladas en tu teléfono almacenan una enorme cantidad de datos para funcionar bien. De modo que eliminarlos tan solo aliviará la carga de la memoria durante un tiempo hasta que vuelva a recopilar esta información.
Además, hay apps que generan un mayor consumo de recursos que otras y este es el caso de los videojuegos, los cuales suelen actualizarse periódicamente para añadir nuevas características. Esto junto a los paquetes de texturas para mejorar los gráficos, que alcanzan un peso considerable que no debes pasar por alto.
Cómo liberar almacenamiento
Ya te hemos confirmado que borrar los datos de las aplicaciones no sirve para mucho, puesto que estos volverán a nacer en cuanto utilices de nuevo la app. De modo que la alternativa más sencilla que hay para aumentar el almacenamiento consiste básicamente en eliminar los programas que no suelas usar en exceso.
Otra posibilidad pasa por deshacerte de toda tu galería de imágenes y vídeo. Sin embargo, es importante que las subas a Google Drive o cualquier plataforma en la nube en el caso de no querer perderlas para siempre. La opción más mortífera es restaurar de fábrica el teléfono, aunque esto implica que eliminarás absolutamente todo. Claro está, el rendimiento del móvil volverá a la normalidad por completo.