La firma china OnePlus ha sido una de las más populares en el mercado en los últimos años. El crecimiento y reputación de la marca se han asentado sobre unos valores y principios que hoy ya no están tan claros como hace unos años. Algo que está haciendo dudar a muchos de sus seguidores y e incluso a su matriz, el grupo BBK.
Durante muchos años el mantra que ha transmitido la marca a su alrededor ha sido el de un fabricante que solo lanza móviles de alta gama a un mejor precio que sus rivales, acuñando la célebre frase de «Flagship Killer» que describía a sus teléfono, un concepto de negocio que se está tambaleando en los últimos meses.
¿Qué fue de esa promesa?
Tras varios modelos existosos, OnePlus lazó en el año 2015 el OnePlus X, el primer móvil de gama media de la marca. Esto era algo que a muchos usuarios gustó, de hecho tuvo unas buenas ventas, y muchos esperaron la llegada de su segunda generación. Pero no fue así, ya que la marca desechó el proyecto y anunció a bombo y platillo que no volverían a lanzar un móvil de gama media, y que solo se centrarían en los Flagships, los móviles de alta gama que la habían caracterizado hasta entonces. No hubo críticas entonces, porque realmente el producto que ofrecía la marca era muy bueno, y tenía un precio muy competitivo, prácticamente la mitad que la de sus competidores.

Pero como sabéis, en los dos últimos años la marca ha dado un giro de 180 grados a su estrategia, y se ha perdido prácticamente toda la esencia de la marca. Ahora su gama no solo cuenta con los herederos de aquellos Flagships, sino también con otros muchos móviles de gama media que según aquella promesa nunca debieron haber llegado al mercado, pero que ahí están.
Carl Pei, el cofundador de la marca, y rostro visible de esta, dejaba la firma el pasado año para emprender un nuevo proyecto, aunque muchos lo han achacado precisamente a ese cambio de estrategia, que ha desdibujado por completo la esencia de OnePlus. Para rematar este cambio en los principios de OnePlus, OxygenOS se está fusionando con ColorOS, lo que supone prácticamente el fin de otra de sus señas de identidad, una de las capas más valoradas por los usuarios de Android.
¿Y ahora qué?
La verdad que es difícil definir o darle cierto sentido a la estrategia actual de OnePlus con sus gamas alta. Sus «Flagships» ya no son ni mucho menos baratos, de hecho cuestan el doble que sus primeros modelos, y ya no se diferencia en nada en este aspecto. Y su gama media tampoco cuenta con un carácter propio, lo poco que le quedaba era esa capa de software, que ahora está en riesgo serio de desaparición para mezclarse con las del resto del grupo BBK al que pertenece.
Así que como podéis comprobar, aquella promesa de OnePlus de solo fabricar y vender «Flagship Killer» hace mucho tiempo que se diluyó, y ahora difícilmente podrán recuperarla, ya que otras marcas han ocupado su lugar, como Realme dentro del mismo grupo al que pertenece y Poco, que como sabéis, pertenece a Xiaomi.