El famoso “overclock” es casi tan antiguo como los propios ordenadores. Siempre se han encontrado fórmulas para aumentar el rendimiento pre-establecido de cualquier máquina. Esta práctica, tan habitual en los ordenadores personales, puede resultar muy útil en determinadas circunstancias. Los smartphones de hoy también cuentan con elementos heredados del PC como procesadores con varios núcleos, GPUs, cada vez más potentes o refrigeraciones líquidas. ¿Pero, se puede realizar un overclock a un móvil Android?
El overcloking, comenzó como una necesidad real de conseguir un plus de potencia, cuando la informática a nivel de usuario era menos accesible que ahora. Cambiar de ordenador era más caro y una forma de poder conseguir un plus de potencia para adaptarse a nuevas tareas o juegos, era modificar la velocidad de reloj del procesador. La premisa parte de que los fabricantes de chips, dejan una especie de margen de seguridad, por el cual, el procesador puede funcionar a más frecuencia de la preestablecida sin sufrir problemas de funcionamiento.
¿Se puede hacer overclock en Android?
De igual forma, nuestros móviles cuentan con su propio procesador incluyendo una GPU dedicada a las taras gráficas. Eso significa que sí se puede realizar overclock en los móviles Android, aunque no se trata de un proceso tan depurado y carente de riesgos. Además, no es algo a lo que todos los usuarios quieran acceder, ya que requiere rootear el móvil y sin ninguna duda, los problemas derivados de esta práctica anulan su garantía.
Para llevarlo a cabo es tan sencillo como descargar alguna de las aplicaciones más fiables, y modificar la velocidad de reloj del procesador. La idea es realizar cambios pequeños e ir probando que la estabilidad es buena. En Android, este tipo de herramientas permiten modificar la frecuencia máxima y mínima de los chips.
Pérdida de sentido
Aunque la respuesta sea sí, es cierto que hoy en día se ha perdido el sentido a realizar overclock a los terminales Android. Los lanzamientos que se realizan en la gama alta y en la gama media, van muy por encima en rendimiento de la mayor parte de las exigencias del software disponible. Además, Android cuenta con versiones “Lite” de muchas aplicaciones para ayudar a los terminales con un hardware menos potente.
Además, hay elementos negativos en esta práctica, cómo un gasto energético extra. Esto puede traducirse en una menor duración de la batería o calentones no deseados que pueden dañar el hardware. En el peor de los casos, algo que suele ser habituales es el bloqueo total del sistema o su completa inutilización al realizar un mal uso de esta práctica.