La telefonía móvil, como cualquier mercado de electrónica, no para de evolucionar y crear nuevas figuras comerciales de vender los teléfonos móviles. Figuras que no dejan de sorprender a los propios fabricantes. Una de esas formas de capturar a los clientes, de hacer que los teléfonos móviles se vendan más que lo normal y en definitiva de mover el mercado son los denominados “Lites”.
Se trata de modelos, podemos decir, camuflados y aparentemente con grandes prestaciones, pero que en realidad son modelos de gama media baja que intentan emular en imagen a hermanos mayores prestaciones estelares. Nacidos en plena crisis económica, son, ahora que parece que la bendita economía tiene mejor pinta, igual o más importantes que hace años.
Huawei P8 Lite, el origen
Esta categoría la creó Huawei con su primer modelo Lite, el Huawei P8 Lite que sencillamente fue uno de los dos modelos más vendidos durante muchos meses, mano a manos con los incombustibles “jotas” de los Samsung Galaxy. Nadie sabe porqué pero lo que es una realidad es que los teléfonos móviles que utilizan apellidos de modelos tope de gama que en cierta manera calcan un poco el diseño externo del terminal del que derivan mermando el precio funcionan a las mil maravillas. A día de hoy todas las marcas tienen un modelo de estas características en su gama. Saben que sin ellos pierden una fuerza comercial descomunal.
Sony y LG fueron los últimos en subirse en este carro –hace varios años- y los resultados no pueden haber sido mejores. Los japoneses dieron por fin con el modelo que les permitía vender en altos volúmenes sin tener que tocar en exceso los precios de sus terminales más premium, lo cual tiene una valía doble. LG por su parte tras años perdida con modelos con diferentes enfoques y tras un traspiés importante con un terminal tan innovador como el G5, han vuelto a cuotas de mercado sostenibles con el G6 y sus derivados, seguidos de los V30 que a buen seguro tendrán sus versiones rebajas en prestaciones y precio.
En última instancia obviamente las marcas chinas de mayor calado como Honor o Xiaomi han hecho lo propio. No podemos olvidar a Bq quien también ha incorporado esta variante en sus modelos hace un par de años y pocos peros se pueden poner a los resultados comerciales de la firma, quien de la nada se ha convirtió en uno de los últimos fenómenos de ventas.
Mueven mucho mercado
Según datos de mercado de los analistas especializados en la materia este tipo de terminales puede llegar a mover hasta un 30 un 40% del total del mercado en unidades. Es cierto que son teléfonos que dejan poco margen y que no hacen sumar muchos enteros en las cuotas de valor pero con el nivel de competencia que hay, con la saturación de marcas actual y con la infinita oferta que tienen los compradores en las tiendas y en Internet, cualquier punto de mercado se defiende a capa y espada.
No más de 250 euros
Si nos paramos a pensar porqué se venden con tanta fuerza vemos que dentro de un fabricante hay modelos con precios similares e incluso con mejores prestaciones pero que no tienen ese apellido mágico o gancho comercial que conecta con el usuario. Su franja de precio máxima está en torno a 200 ó 250 € qué es la frontera que fabricantes y especialistas en datos de mercado aseguran que mueve hasta el 60% de las unidades que se venden en este país. Es decir hablamos de modelos absolutamente estratégicos a día de hoy en cualquier fabricante.
Sube el precio medio
De cara al futuro parece obvio que no van a dejar de perder fuelle aunque los últimos datos de mercado están apuntando que el precio medio pagado por el usuario empieza a repuntar. En el caso de algunos operadores ya se habla de precio medio de 300 € algo que la familia de los móviles lleva esperando prácticamente diez años por no decir más.
Desde aquellos años locos en los que el mercado español se tragó nada más y nada menos que 22 millones de unidades, a los 12-14 millones (depende de la fuente) que se venden actualmente hay mucha distancia, por lo que cualquier síntoma que demuestre que el usuario está dispuesto a gastarse más dinero en el teléfono, ya sea porque lo valora más o porque entiende que merece la pena, es un canto de cisne para los profesionales y para las empresas del sector.
Hasta el infinito y más allá
Sea como fuere poner un Lite o una versión “light” del modelo tope de gama es algo que funciona, que vende y a lo que no puede renunciar quien quiera ser algo en este mercado. Los consumidores o su mente soberana han dicho sí a esta manera de hacerles llegar un producto y hay que estirar la tendencia, parafraseando a una célebre película, hasta el infinito y más allá.