Los móviles con el tiempo el manoseo al que están sometidos, puede que hayan perdido el lustre inicial con el que llegaron a nuestro poder. Y lo cierto es que los más caros, con carcasas de cristal o con cuerpos metálicos, son más delicados que ninguno a la hora de limpiarlos y si utilizamos productos que no debemos, podemos acabar con su gran diseño en lugar de mejorar su aspecto.
En primer lugar, lo primero que hay que saber es que no deberíamos usar un producto de limpieza de hogar como el limpiacristales o un antigrasa. Estos pueden hacer estragos con la carcasa de metal de vuestro flamante dispositivo dejando abrasiones en la superficie de aluminio o decoloraciones. Esto, por otra parte, no se aplica a los terminales que tengan una carcasa de plástico, que es un material más resistente a estos productos. Una pequeña cantidad de limpiacristales en un paño puede dejar brillante una superficie de policarbonato.
Las pantallas y carcasas de cristal no se llevan bien con el limpiacristales
De hecho, volviendo a lo que no se debe hacer, tenemos que evitar también estos productos en terminales como el Samsung Galaxy S6, y todas sus variantes. Preguntaréis ¿por qué no podemos usar «limpiacristales» para limpiar una carcasa de cristal o una pantalla? Pues por que las pantallas y carcasas vienen con diferentes tratamientos que las recubren con capas oleofóbicas y usando un producto de limpieza se la podemos quitar. Esto mismo ocurre al limpiar las cámaras del móvil, un elemento delicado.
Tu mejor socio, el paño de microfibra
En estos casos, habría que recurrir al agua de toda la vida y, si puede ser, destilada. Del mismo modo, lo que tenemos que agenciarnos es un paño de microfibra o los que siempre vienen con las gafas. Eso sí, de nuevo, que sean paños secos porque si usamos uno de los que vienen ya con algún tipo de producto para limpiar las lentes, podemos cargarnos la capa de las carcasas anteriormente mencionadas.
Por otra parte, estos paños no duran eternamente y con el tiempo veremos que no borran tan bien o tan rápido las huellas de las pantallas o carcasas. Esto es porque se van saturando con el aceite y la grasa que van recogiendo. Cada cierto tiempo no cuesta nada coger una nueva.
¿Botes de aire comprimido? Sí… pero con cuidado
Otro de los elementos que se suele usar para limpiar dispositivos electrónicos desde siempre son los botes de aire comprimido. No es malo utilizarlos en un smartphone, si se sabe donde no hay que «soplar». Podemos repasar las juntas y los botones del equipo pero habrá que evitar zonas como el micrófono o los altavoces, ya que tienen unas membranas sensibles a la presión que podrían romperse.
Nos quedaría ya sólo un lugar donde alcanzar para dejar nuestro smartphone como el primer día y donde se suele acumular suciedad sin parar: el conector minijack y el USB. Para ello, desde WonderHowTo nos han descubierto un producto que nos ha encantado, se trata de una cosa llamada Cyber Clean que apenas cuesta 6 euros. Es una especie de pasta que podemos meter por los recovecos de estos agujeros (sin pasarnos de brutos) y hacer que luego salga y arrastremos toda la suciedad que hay dentro.
¿Tenéis algún truco más para limpiar vuestro terminal y dejarlo como el primer día?