Cambiar de teléfono móvil puede resultar realmente complicado hoy en día dada la enorme cantidad de posibilidades que se abren ante nosotros. Aun así, si tu smartphone cuenta con varios años a sus espaldas sería conveniente que empieces a pensar en ello antes de que te lleves un disgusto.
Todo dispositivo tecnológico tiene lo que se conoce como vida útil y los terminales no son una excepción a la norma. Este es el periodo máximo aproximado que prevé funcionar el aparato en cuestión. A medida que nos acercamos a esa cifra es posible que aparezcan síntomas que indican que está llegando a su final. Es por ello por lo que es importante que conozcas los diversos problemas que puede experimentar tu móvil con el paso del tiempo.
Hora de cambiar de teléfono
Los fallos que puede sufrir un smartphone y que muestran indicios de su posible defunción son variados. Por desgracia, es imposible saber con exactitud cuándo se producirá este suceso, así que la única opción es que estés atento a lo siguiente:
La pantalla comienza a fallar
La pantalla es uno de los componentes que más quebraderos de cabeza suele generar en el usuario, ya que imposibilita prácticamente cualquier tipo de uso. Lo peor de todo es que intentar repararlo puede suponer un coste elevado.
Por esta razón, lo más recomendable sería optar por un nuevo modelo directamente. En el caso de que la pantalla de tu terminal comience a comportarse de forma extraña, lo mejor sería que buscases un sustituto. Sobre todo, si se producen comportamiento anómalos como desplazamientos sin tocar, rayas o parpadeos.
La batería se hincha
Hay que tener mucho cuidado con este apartado del smartphone. Principalmente, porque si se produce un hinchazón de la batería de manera desmesurada podría llegar a explotar o incendiarse. Si ves que tu dispositivo empieza a ganar volumen debes apostar por uno nuevo inmediatamente, pues los componentes químicos de su interior se están deshaciendo.
Tu móvil es una tortuga
Otro de los síntomas de que es hora de cambiar de terminal es una navegación excesivamente lenta. El tiempo afecta a los móviles del mismo modo que lo hace en las personas. Por este motivo, es posible que por muchos que intentes solventar esta problemática la lentitud siga predominando.
Adiós actualizaciones
Cada fabricante ofrece para sus lanzamientos una cantidad específica de actualizaciones tanto del sistema como de seguridad. No disfrutar de las versiones más recientes de Android o iOS puede no llegara ser un problema, pero no contar con los parches de seguridad necesarios podría exponer tus datos si se produce una brecha en el software. Es conveniente que eches un vistazo a qué ofrece cada marca.
Apagados repentinos
Que el terminal sufra apagones imprevistos no siempre es significado de que el final se encuentra cerca. Es probable que estos se deban a un mal funcionamiento de una actualización del software. Sin embargo, cuando no paran de sucederse el problema podría ser mayor y formar parte de un componente clave como el procesador.
Temperaturas sobrenaturales
Que tu teléfono experimente temperaturas exageradamente altas durante una sesión de juego no es del todo raro, pero cuando estás se producen sin estar utilizando el aparato la cosa se pone seria. El sobrecalentamiento puede aparecer por problemas de batería, lo que podría derivar en una explosión o incendio.
Batería de juguete
No hay duda de que la batería es uno de los elementos del smartphone que más resentida se ve con el paso de los años. Esta se desgasta desmesuradamente e incluso es posible que su autonomía disminuya con creces. Cada vez que cargamos el terminal la celda de la pila se consume. Esto quiere decir que llegados a cierto punto la duración de este encendido puede ser mínima.