Con los años, nuestros teléfonos se han convertido en auténticos ordenadores de bolsillo, y no aquellas PDA que nos vendían como Pocket PC hace años cuando lo más avanzado del mercado era un Nokia 3310. El escritorio o pantalla de inicio de nuestro teléfono parece el escritorio de un ordenador, y a veces hay tantos iconos que ciertos fondos de pantalla no ayudan.
Y es que muchas veces no nos preocupamos demasiado por los elementos que decoran nuestro teléfono, principalmente cuando hablamos de la pantalla de inicio, algo que al final termina teniendo consecuencias para muchos, sobre todo si no son amigos del orden.
Que los árboles te dejen ver el bosque
Es una manera de resumir algo que ocurre bastante a menudo en nuestros móviles, y de lo que muchas veces no somos conscientes, sencillamente porque vamos muy rápidos a todo a diario, y no tenemos tiempo tan siquiera de pararnos a pensar. Originalmente concebimos el móvil como un dispositivo en el que tenemos a mano todas nuestras apps, como ha ocurrido siempre por ejemplo en los iPhone, donde el cajón de aplicaciones no se puede ocultar. Si somos de los que tampoco lo ocultamos en Android, es probable que tengamos varias páginas de escritorio pobladas de iconos, cada uno «de su padre y de su madre» con sus propios códigos de color.
El problema viene cuando a este gran número de iconos en la pantalla le añadimos un fondo de pantalla en el que por ejemplo hay una fotografía, con mucho color, gran número de elementos, y donde es difícil encontrar una buena extensión de color plano. Con esos fondos de pantalla lo más normal es que tengas más dificultad para encontrar el icono de una app, sobre todo si no la sueles usar mucho y la tienes localizada en su sitio. Es la peor combinación posible, tener muchos iconos, y un fondo de pantalla digamos que intenso.
Los colores planos o texturas, nuestros aliados
Cuando se trata de de aplicar un fondo de pantalla, por mucho que nos guste, debemos ser conscientes de que para que tanto el fondo destaque, como para que los iconos se vean, debe haber un equilibrio. Si quieres poner una foto de tus hijos, tu familia, o de tu última fiesta, opta por quitar todos los iconos del escritorio, y accede a ellos en el cajón de aplicaciones si es un Android.
Si no quieres moverlos, lo mejor es que optes por un color plano y uniforme en todo el escritorio, te garantizarás una visibilidad perfecta de los iconos en el móvil. También los fondos de texturas de color, o vectores, son perfectos para poder verlos en conjunción con los iconos de tu teléfono. Otra buena alternativa es la de instalar un launcher que cambie los iconos a un código visual más uniforme, es algo que también favorecerá que se vean correctamente los iconos y reine el orden en nuestro móvil. O también podemos bloquear los iconos para que haya algo más de orden. Porque qué mejor que presumir de una pantalla con buena resolución y colorida que con un escritorio ordenador y vistoso.