No podemos decir que los nuevos iPhone cuenten con muchas novedades respecto a las que ya conocemos todos. Algún megapixel más por aquí, algún color nuevo por allá… e iOS 16 para todos. Sin embargo, lo que ha llamado la atención de muchos, es el abandono de la fea muesca que lleva acompañando a los teléfonos de Apple desde hace años por algo que no, aunque no se ve demasiado diferente sobre el papel, en cuanto llega una notificación o llamada, se transforma en algo increíble.
Apple denomina a esta función como Isla Dinámica o Dynamic Island y es una forma de integrar el software con el hardware para ocultar un espacio en pantalla que podría haberse convertido en el punto débil del dispositivo. Y es que, la verdad, ocupa mucho más espacio que los clásicos agujeros en pantalla que, a día de hoy, podemos encontrar en casi todos los teléfonos de Android.
Pero, más allá del software y su forma de interactuar con las notificaciones, ¿es mejor esta herramienta de Apple que los notch más clásicos perforados en los teléfonos de otras marcas?
Lo bueno y lo malo del Dynamic Island de Apple
Los fans de Apple están entusiasmados con la solución creativa de la compañía americana y se burlan de los fabricantes de Android por no inventarla antes. Realmente luce muy espectacular cuando recibimos notificaciones, encogiéndose estirándose en función de la alerta recibida. Esto es algo que no es exclusivo de los iPhone. A pesar de lo que muchos creen, Honor creó una función conocida como «cápsula» usando una solución con un solo agujero en la esquina superior izquierda que se adaptaba a alguna de las necesidades del usuario.
Eso sí, hay que reconocer que Apple es un experto a la hora de integrar la estética en su sistema operativo y la verdad es que esta solución es tan elegante que seguro que va a ser imitada por muchas marcas de móviles en poco tiempo.
Sin embargo, por muy dinámica que sea, no hay que esconder que, a pesar de no ser una muesca como la de los teléfonos anteriores a los iPhone 14 Pro, sin duda es más grande que la mayoría de las cámaras perforadas a las que estamos acostumbrados en el lado de Android. Y esto es algo que se nota especialmente cuando consumimos contenido multimedia. Aquí no vamos a recibir ningún tipo de notificación, pero sí que vamos a ver como una mancha negra ocupa un lateral de la pantalla y es, a todas luces, horrible.
Además, en nuestras pruebas hemos notado como, cuando hay mucha luminosidad sobre la pantalla del móvil se nota mucho el corte entre pantalla y el hardware, creando un efecto antiestético.
Lo bueno y lo malo de los agujeros en pantalla
Lo bueno de usar un agujero en pantalla es, evidentemente, el espacio. Las perforaciones sobre el panel que realizan los fabricantes de Android son inferiores al centímetro, ‘comiéndose’ una porción mucho menor del panel y dejando un mayor protagonismo al contenido que vemos en el smartphone.
Es cierto que, a nivel de funcionalidad, no se parece en nada a lo que ofrece Apple en sus nuevos iPhone. Pero, al menos casi todos los smartphones Android cuentan con una opción para esconder este agujero, aunque ello implique que la pantalla se vea más pequeña.
Lo bueno es que, para tener un smartphone perforado, no tienes que invertir los más de 1300 euros que cuesta un iPhone con Dynamic Island. Puedes comprar teléfonos con esta particularidad en su diseño desde 200 euros.
¿Qué es mejor?
A nuestro juicio personal, pagar más de 1000 euros por una muesca en pantalla que ocupa demasiado espacio y que impide ver con comodidad nuestras series o jugar a pantalla completa, es totalmente incongruente, por muy elegante y novedoso que sea la herramienta de Apple.
De momento nos quedamos con las pantallas perforadas, pese a su escasa funcionalidad.