A la hora de comprar un nuevo teléfono móvil, son bastante numerosas las dudas que surgen en el consumidor. Principalmente, por la enorme cantidad de fabricantes del sector y el catálogo de opciones que ofrece cada uno, aunque también hay otros factores como el presupuesto, preferencias y necesidades.
Esto implica que tomar la decisión sea una labor extremadamente difícil y por tanto hay que sopesar lentamente todos estos elementos. No obstante, hay dos cuestiones fundamentales para el usuario donde acostumbra a depositar toda la importancia de su futura compra, como son el diseño y las prestaciones que equipa en su interior.
Una tendencia establecida
Desde hace un tiempo, nos hemos habituado a presenciar cómo los smartphones siguen la misma línea estética independientemente de la compañía. Por esta razón, incluso perteneciendo a compañías distintas, hay casos en los que resulta complicado averiguar de qué teléfono se trata.
El problema aparece cuando nos adentramos en el abanico de posibilidades de una empresa específica, pues en su interior todos adoptan una apariencia similar mayoritariamente. Donde un módulo de cámaras triple ocupa parte de la zona trasera y el plástico predomina en la fabricación.
Sin embargo, esta tendencia de los últimos años parece estar disipándose. Solo hay que echar un vistazo a los últimos lanzamientos de OPPO y Realme, el OPPO Reno7 y Realme 9 Pro respectivamente. El primero de ellos cuenta con un diseño de cuero con fibras de vidrio, mientras que el segundo varía de color en función de la fuente de luz. Además, ambos son dos móviles de grandes características en la gama media de dispositivos donde puedes apostar tanto por una estética atractiva como unas buenas propiedades.
Claro está, no hablamos de la dinámica principal por parte de las empresas de la industria, aunque parece que ahora el diseño está ganando peso para ellas. Esto se debe a que hoy en día los terminales comparten prestaciones generalmente, así que para ofrecer un rasgo diferenciador hay que buscar una vía secundaria para atraer al consumidor. De ahí que cada vez más asiduamente resulte más sencillo dar con un aspecto llamativo.
Una decisión de mucha dificultad
No es una decisión sencilla, puesto que hay que decidir cuál será nuestro compañero de viaje durante los próximos años y justo por esta razón hay que tener claro nuestras opciones. Ojo, porque aquí entra en acción el precio que estés dispuesto a pagar. A tu alcance tienes varias alternativas en función del presupuesto.
La gran parte de la gama media que ronda los 300 suele venir acompañada normalmente de las mismas especificaciones con alguna que otra variación, salvo excepciones. Este es el caso por ejemplo de los dos dispositivos mencionados unos párrafos más arriba, que integran un procesador casi idéntico, una batería similar en autonomía y una pantalla con sus propias ventajas y desventajas.
El OPPO Reno7 cuenta con un panel AMOLED con mayor vivacidad frente al LCD que utiliza el Realme 9 Pro. En cambio, la pantalla del primero tan solo percibe una tasa de refresco de 90 Hz ante los 120 Hz del segundo caso. Sin embargo, las modificaciones no van mucho más allá de estas características.
Con esto quiero decir que depende íntegramente del tipo de usuario, ya que si quieres tener lo mejor de lo mejor en tecnología deberás fijarte en sus especificaciones; mientras que, por otro lado, si estás conforme con un buen rendimiento, quizá sería conveniente optar por un diseño llamativo que te convierta en la envidia de los demás.