Hay muchas razones por las que no es buena idea meter el móvil en el agua, aunque sea resistente. En primer lugar, porque tienes que tener en cuenta su certificación para conocer cuál es su protección real y porque también debes extremar las precauciones con que no te pases con la profundidad o con los minutos que mantengas tu teléfono bajo el agua. Pero no es lo único.
También puede ser que tu teléfono pierda resistencia al agua, algo que no es frecuente, pero puede suceder si abusas mucho de ello. Imagina que te pasas el día probando tu móvil, te duchas todos los días con él, lo llevas a la piscina mientras nadas un poco o no te importa que se moje constantemente. Te adelantamos que esto no es buena idea, ni con móviles altamente resistentes, y además es sumamente peligroso.
Además, aunque hay móviles que dicen que son sumergibles bajo el agua, la realidad es que no funciona la pantalla en estas situaciones y, por si fuera poco, no te cubre la garantía si esta se daña, por lo que es un gran error ponerlos a prueba.
Además cuidado con la pantalla del móvil porque si esta tiene una mínima rotura se acabó la protección. Cualquier pequeña grieta permitirá que el agua entre en tu teléfono y dañe sus componentes. Puede que te suceda incluso sin que seas consciente de ello.
Daños de la humedad
Aunque tu móvil sea resistente al agua, meter tu móvil en ella no es una buena idea por la humedad, que podría llegar al interior de tu móvil. La humedad no es buena ni para tu móvil ni para sus componentes. Esta puede dar lugar a problemas con la batería, fallos de encendido, errores de pantalla, problemas con la cámara por humedad y otros inconvenientes.
Aunque sea sumergible y tenga ciertas certificaciones en las que supuestamente tu móvil estaría protegido, el agua puede acabar con tu móvil y los sellos se acaban deteriorando, por lo que nada es totalmente infalible.
Lo peor de todo es que si pasa algo por esta razón, lo más probable es que no te lo cubra la garantía y tendrás que pagar tú la reparación o cambiar de móvil.
La sal del agua de mar
Es cierto que puedes tener tu móvil bajo el agua durante un tiempo determinado y a cierta profundidad, y puede que lo cumplas, pero es posible que no te hayan contado que no debes hacerlo en el agua del mar. Seguramente lo encontrarás en el manual de instrucciones o en la página de venta, aunque no demasiado visible.
Solo se puede hacer en agua dulce, como en la ducha, piscina, si se te caen gotas de lluvia o en cualquier otra circunstancia que no implique agua salada. El agua salada es corrosiva y puede afectar a los componentes de tu teléfono.
Si bien meter tu móvil en el agua no es la mejor idea del mundo, hay circunstancias en que se puede hacer, y esta no es una de ellas. Si vas a llevar el móvil al agua de la playa hazlo con una funda que lo proteja totalmente (que no suele ser la que usas en tu día a día), aunque lo mejor es que lo dejes en cualquier sitio alejado del mar.
Puede ser solo resistente frente a salpicaduras
Una confusión muy frecuente se da en los móviles que son resistentes frente a salpicaduras y no al sumergirlos, ya que algunos solo son resistentes en este caso y no llevan bien que los metas en el agua, se te caiga al inodoro o sumergirse en ella.
Además, si tu móvil tiene cierta resistencia y te pasas de ella puede afectarse. Por ejemplo, que sea resistente a cierta profundidad durante media hora y te pases dos horas con él bajo el agua, o que superes la profundidad máxima que soporte.
Por ejemplo, un móvil con IPX4 es resistente contra las salpicaduras de agua, sin embargo, un IPX7 se protege ante inmersiones a un metro durante media hora e IPX8 suele proteger tu móvil a 3 metros de profundidad y más de media hora. Es importante que conozcas los límites de la protección de tu smartphone.