Nunca en mi vida he comprado ni compraré un móvil de segunda mano. Tengo mis motivos para ello y van más allá de la diferencia de precio que en ocasiones resulta tan pequeña que no merece la pena. La razón principal por la que no me gustan es que son muy propensos a experimentar problemas de funcionamiento y todo se acaba convirtiendo en un quebradero de cabeza.
Que los móviles de segunda mano fallan más que los nuevos no es ninguna novedad. Nadie sabe el uso que le ha dado el anterior propietario al dispositivo, ¿quién sabe si está diciendo la verdad en la descripción o tiene muchas más horas de uso? ¿Cómo puedes saber si el teléfono llegará en el estado que indican las imágenes? Pues la realidad es que no hay forma de saberlo hasta que lo tengas en tus propias manos, y si todavía no sufre ningún fallo, es cuestión de tiempo que ocurra.
Problemas comunes de los móviles de segunda mano
Muchos toman los productos de segunda mano como una alternativa ideal para ahorrar dinero, aunque, en el caso de los teléfonos móviles, a largo plazo, te saldrá más caro que comprar uno totalmente nuevo. Esto se debe a que un smartphone usado es más propenso a tener problemas con algunos de sus componentes a causa del uso y el paso del tiempo. Estos son los fallos más comunes que presenta un móvil de segunda mano.
Arañazos o fisuras en la pantalla
Lo que más suele pasar con los móviles de segunda mano es que la pantalla tenga desperfectos que no se ven a simple vista hasta que tienes el teléfono en tus manos. Las caídas y golpes son más frecuentes de lo que parecen, y con el paso del tiempo la durabilidad se reduce, sobre todo si ya ha experimentado daños previamente. Esto puede afectar a la calidad de imagen de la pantalla, generando píxeles muertos o zonas que se vean oscuras.
Marco del teléfono y botones dañado
El desgaste también afecta al diseño del teléfono y no solo sus componentes principales. Los golpes accidentales no solo pueden afectar a la pantalla, también a la carcasa y marco del dispositivo. La parte trasera y los bordes son propensos a llevarse la peor parte de los daños cuando el móvil cae al suelo. Un smartphone de segunda mano puede presentar imperfecciones en los marcos y la apariencia del mismo, mientras que del uso del usuario los botones laterales de volumen y bloqueo pueden estar más sueltos de la cuenta y no tan firmes e incluso en ocasiones pueden dejar de responder.
Batería degradada
Pero no hay duda que el principal problema que tienen los móviles de segunda mano es la batería. Todo depende del tiempo que tenga el teléfono, pero también del uso que el propietario le diese en su momento y si ha cuidado la autonomía en condiciones. Muchos usuarios no respetan los tiempos de carga, no paran de exprimir a fondo la batería o utilizan un cargador inapropiado para el dispositivo. Todo esto hay que tenerlo en cuenta para cuidar a fondo la batería del smartphone y que dure lo máximo posible, pero a muchas personas no les importa lo más mínimo.
En ese sentido, algo que se debería tener muy en cuenta es que localicemos tiendas que realmente vendan los móviles reacondicionados y con el cambio de batería realizado por ellos. Esto hará que no tengas que invertir en reparar la batería o tenerla que cambiar. Además, le confiere al móvil en cuestión una mayor garantía la hora de que incluso pueda llegar a ser peligrosa la estabilidad de tu batería y no provoque una rotura de la misma con el peligro que conlleva.