Las altas temperaturas y el móvil nunca han sido buenos amigos. No solo en épocas de gran calor como el verano, sino también cuando cualquier smartphone se calienta tanto que parece que algo va mal. Sin embargo, los cambios bruscos no son nada bueno para ningún componente del propio terminal. No obstante, son muchos los que piensan hoy en día que meterlo en la nevera es una buena idea.
Lo cierto es que, aunque parezca que no, es demasiado habitual que suceda esto. Y seguro que, conocéis a más de una persona que lo ha hecho en alguna que otra ocasión. Es decir, si se calienta en gran medida, igual se te ha pasado meter directamente un teléfono en la nevera o en el congelador de tu hogar. Pero, la realidad, es que por mucho que creas que es una solución ingeniosa, estarías haciendo todo lo contrario.
La nevera, el gran enemigo de un móvil
Muchas personas creen por lógica que, al sobrecalentarse su dispositivo móvil, el mejor lugar para que se enfríe rápidamente es el frigorífico. Y aunque parezca lo correcto, es uno de esos mitos que ha seguido viviendo con el paso de los años. Puede que te haya funcionado, pero… No es nada recomendable para que cualquier teléfono pueda contar con una larga vida útil durante muchos años.
Cuando las baterías de los smartphones se podían extraer fácilmente quitando una simple carcasa o tapa, también se había extendido el hecho de guardarla durante un tiempo en el congelador. Sin embargo, como veníamos adelantado, esta simple idea puede salirnos muy cara. Básicamente, porque las temperaturas tan bajas podrían llegar a dañar cualquier elemento interno de manera irreversible.
Además, al introducir en el frigorífico de nuestro hogar cualquier smartphone estaríamos exponiendo a tensión los componentes de su interior y, cómo no, también corremos el riesgo de que los líquidos o ambiente se introduzca en ellos y aparezcan los fallos de carga por la humedad.
Así como el hecho de que se estropee de manera definitiva sin que podamos arreglarlo de ninguna manera. También hay que saber que la garantía de nuestro dispositivo móvil tampoco se encargará de repararlo, pues en la mayor parte de los casos al ser el culpable la humedad no es algo que esté cubierto.
Tan solo tienes que fijarte en tu botella de agua dentro del frigorífico o en otros elementos que pueden estar rodeados de gotas, por la condensación, con el frío y si dejas tu teléfono móvil dentro del móvil, esas gotas podrían llegar de manera inmediata también al móvil. Y si esas gotas llegan a entrar en el interior del teléfono (algo que os adelantamos que hará con total seguridad) los daños podrán ser irreversibles, no solo por la humedad, sino por el agravante de las temperaturas tan bajas.
También un problema para los alimentos
Seguro que en más de una ocasión has escuchado la afirmación de que un teléfono tiene más bacterias que un inodoro. Realmente es algo que a muchos puede pillar por sorpresa, pero no es algo irreal. A fin de cuentas los dispositivos móviles son terminales que usamos todo el tiempo y entran en contacto con diferentes manos, rostros y superficies a lo largo del día. Esta interacción puede provocar la acumulación de bacterias y otros gérmenes en los teléfonos.
Y qué pasa con los baños, que no sucede con los smartphone. Efectivamente, que todos (al menos por higiene) estamos acostumbrados a limpiar de forma regular los inodoros, lavabos y otros elementos presentes en nuestros baños, con desinfectantes, mientras que los teléfonos móviles… bueno, ¿cuándo es la última vez que has recordado lavar tu teléfono? Seamos sinceros, los smartphone no se limpian adecuadamente, con lo que sus superficies pueden crear un entorno propicio para la supervivencia y el crecimiento de bacterias.
¿Y qué pasa si metemos el móvil a la nevera? ¿Pueden estas bacterias afectar a los alimentos? La transferencia de estos microorganismos al alimento suele ocurrir a través del contacto directo. Si tocamos el móvil mientras cocinamos o comemos, las bacterias pueden pasar de él a manos y de ahí a la comida. Además, si colocamos nuestros teléfonos en superficies que tocan alimentos, como las bandejas de la nevera, no cabe duda de que las bacterias del teléfono pueden ingresar directamente a la comida. Y si esto fuera poco, recuerda que muchas de ellas sobreviven al frio, por lo que es más fácil que puedan preservarse en la nevera.
No hay que olvidar solo la suciedad externa del móvil, sino que hay otras bacterias que se quedan en las zonas más escondidas, como las comisuras de los botones o en los altavoces del teléfono móvil. Estas zonas que pueden estar llenas de suciedad, acaban siendo un lugar ideal para que estas bacterias se desarrollen o salgan a por la comida. Si te paras a pensarlo es un buen asco.
Tampoco es algo por lo que te tengas que preocupar en exceso. Es muy difícil infectar los alimentos por culpa del smartphone, ya que, a fin de cuentas, nuestro entorno está lleno de bacterias, muchas de las cuales son inofensivas o útiles. Para reducir las bacterias de nuestros smartphones, nada más recomendable que limpiarlo regularmente con desinfectante o alcohol isopropílico.
Mejores formas para enfriar el teléfono móvil
Sabiendo esto, si tu smartphone se calienta en exceso, la mejor idea no será nunca introducirlo a un espacio tan frío. En todo caso, puedes optar por quitarle la funda, apagarlo durante unos minutos para que regrese a su temperatura ideal o acercarlo a un ventilador o aire acondicionado.
No debes olvidar de que también te puedes encontrar con dispositivos que te ayuden a rebajar la temperatura. En estos casos lo normal es optar por uno de los ventiladores universales que hay por Amazon y que rápidamente enfrían todo lo que tiene que ver con el calentamiento del móvil. El que nosotros te recomendamos es uno de estos ventiladores, sobre todo porque podrás seguir utilizando el móvil mientras estas enfriando el mismo sin que tengas problemas.
De esta manera, conseguiremos que vuelva a la normalidad. Pero ante todo, tienes que recordar que el entorno que debe tener tu teléfono para no tener problemas mientras se enfríe también debe ser seco, como puede ser una habitación a oscuras y en la que no haga mucho calor. Sobre todo también es importante que no haya humedad en la habitación con el objetivo de que se pueda enfriar fácilmente.