En ocasiones, Google Drive puede fallar por múltiples motivos que van desde una mala conexión a Internet hasta conflictos con el antivirus o extensiones del navegador. Antes de que desesperes, deberás probar alguna de nuestras soluciones. Te contamos más sobre los fallos y las soluciones que te hacen falta.
Antes de nada, Google Drive en tu móvil puede dejar de funcionar por varias razones muy distintas: una conexión inestable, datos corruptos, almacenamiento lleno o una app desactualizada. En las siguientes secciones exploraremos cuatro de los fallos más frecuentes y te contaremos, de forma cercana, cómo volver a poner en marcha tu Drive en tu Android o iOS en lo que canta un gallo.
Problemas y soluciones para Google Drive
Aunque son muchas causas las que provocan los distintos fallos, estas son las más importantes.
Conexión inestable
En muchas ocasiones, Drive se queda atascado “Preparando archivos” porque la señal de datos o Wi-Fi fluctúa. Cuando cambias de red o te mueves entre áreas con mala cobertura, es normal que la app pierda la comunicación con los servidores y no puedas completar subidas o descargas.
Por lo tanto, nuestra solución para ti, es que actives y desactives el modo avión para forzar el reinicio de la red de tu móvil. Tras ello, comprueba en los ajustes de red de tu dispositivo que estás realmente conectado a una red estable. Si utilizas Wi-Fi, acércate al router o cambia a datos móviles para ver si mejora o cambia la situación.
Caché y datos corruptos
Drive guarda en tu móvil cientos de fragmentos de datos para agilizar el acceso, pero a veces esa memoria provisional se daña. El resultado esque tienes cierres inesperados, pantallas en blanco o ficheros que nunca terminan de cargar al teléfono.
Pero tranquilo, la solución está en tus manos:
- En Android, ve a “Ajustes”
- Toca en “Aplicaciones”
- Localiza Google Drive
- En Almacenamiento, entra y pulsa “Borrar caché” (y “Borrar datos” si persiste el problema). En iOS, la forma más eficaz es desinstalar la app y volverla a descargar desde la App Store, lo que elimina cualquier rastro de información que te está perjudicando.
App desactualizada
Si llevas tiempo sin actualizar Google Drive ¿A qué esperas?, es probable que estés usando una versión con errores, que para colmo los desarrolladores lo mismo ya han corregido en versiones posteriores. Además, las nuevas versiones del sistema operativo pueden romper la compatibilidad con apps antiguas.
Así que, ve y abre tu tienda de apps (Google Play o App Store), busca Google Drive y toca “Actualizar” si aparece la opción. Si no la ves, desinstala la aplicación y vuelve a instalarla para asegurarte de contar con la última versión.
Almacenamiento insuficiente
Aunque tu cuenta de Drive tenga espacio, tu móvil necesita reservar memoria local para manejar archivos en tránsito. Si el dispositivo está a tope, Drive no podrá crear los ficheros temporales que necesita para poder sincronizar.
No hace falta mucho que te diga, y lo mismo, intuyes la solución ¡Exacto! Libera espacio borrando fotos, vídeos o apps que ya no utilices ni quieras. También puedes mover archivos grandes a una tarjeta SD o a otra nube. Con unos cientos de megas libres, vuelve a abrir Drive y verás cómo se reanuda la sincronización sin problemas.