La primera vez que cualquier persona utiliza cualquier dispositivo Android, lo más normal, es que empiece a instalar decenas de aplicaciones para su día a día y acepte todos los permisos necesarios para utilizarla (cámara, contactos, micrófono, etc). Incluso, en otras muchas ocasiones, hay personas que dejan instaladas varias apps las cuales dejó de utilizar hace un tiempo.
El principal problema de esto es que se acaban concediendo todo tipo de permisos a lo que, en la mayoría de casos, no se prestan mucha atención. Pero, en el caso de haber dado ciertos permisos, o simplemente se tengan ciertas sospechas acerca de todos esos privilegios que se han concedido, siempre existe la opción de poder quitar los permisos.
La importancia de controlar los permisos
Tener el control siempre de los permisos que se conceden a las diversas apps que se acaban instalando en el móvil. Un hecho que debería ser fundamental porque podría afectar a nuestra propia privacidad y seguridad. Y aunque a simple vista sea simple, no todo el mundo pierde el tiempo en ello.
Muchos expertos en seguridad alertan sobre este problema. Y por eso, la propia Google ha puesto en marcha diferentes herramientas automáticas para controlar este aspecto. Por lo que, a día de hoy, al descargar cualquier aplicación que se encuentre en Google Play, se podrá ver toda la información o las funciones a las que tendrá acceso dicha aplicación. Es decir, veremos los permisos que le vamos a conceder a dicha app que instalaremos en nuestro smartphone
Además, cada permiso que se concede es un mundo, pero todos, deberían estar en consonancia con el uso que se va a dar a la aplicación. ¿Esto qué quiere decir? Pues que no tendrá ningún sentido y resultará incluso hasta sospechoso por parte de la app que, por ejemplo, un editor de imágenes requiera el acceso a nuestro micrófono si en ningún momento se va a tener que utilizar para editar una simple fotografía. No obstante, aquí os mostraremos los permisos que suelen requerir las aplicaciones en los dispositivos móviles:
- Sensores corporales
- Calendario
- Cámara
- Contactos
- Ubicación
- Micrófono
- Teléfono
- Mensajes de texto
- Almacenamiento
El gran cambio en la gestión
En las versiones antiguas de Android, el usuario podía revisar estos permisos y decidir si instalar o no la aplicación, todo dependerá de lo que considerase cada uno oportuno. Pero, a partir de Android 6.0 Marshwallow, cualquier usuario podía elegir qué permisos aceptar cuando iniciase la aplicación por primera vez en su móvil.
No obstante, uno de los hechos que cambió el panorama de los permisos fue con la llegada de Android 10. Desde ese momento, aparecieron los permisos de quitar. Y es que, en lugar de dar permiso a una aplicación para acceder a tu ubicación o al micrófono mientras se mantenga instalada la app, se puede otorgar un permiso momentáneo mientras se utiliza dicha aplicación.
Y eso no es todo, puesto que desde la versión de Android 11, se dan los permisos para la ubicación en primer o segundo plano. Aunque, Google sigue con su política de restringir el acceso a permisos especiales en Android 11. Por lo que, por ejemplo, los usuarios no pueden darle un permiso para acceder a la ubicación en segundo plano de modo normal, sino que tendrá que hacerlo desde los ajustes del propio sistema.
Cómo desactivar los permisos
La forma más sencilla para ver qué permisos se han concedido es la siguiente. Tendremos que abrir directamente el listado de todos los permisos que tiene el dispositivo Android, como los sensores corporales, ubicación, micrófono… Tras esto, descubriremos qué número de las aplicaciones instaladas en nuestro móvil tienen acceso a tal permiso en concreto. Y es que este método es el más rápido para conocer cuáles son los permisos que tienen las aplicaciones.
Sin embargo, existe otra forma un poco más larga en la que veremos aplicación por aplicación que permisos le hemos dado. Y es la siguiente:
- Abre la aplicación “Ajustes”.
- Toca “Aplicaciones” o “Administrador de aplicaciones” (aunque esta opción puede variar en función del smartphone).
- Una vez dentro, toca “Ajustes” > “Permisos de aplicaciones” (si no logras encontrar esta opción, es posible que tengas que tocar “Privacidad y seguridad” > “Permisos de aplicaciones”.
- Por último, ya puedes tocar cualquier permiso. Y solo tendrás que activar o desactivar dicho permiso. En el caso de aparecer en color, significará que está activado. Pero, si aparece en gris, querrá decir que está desactivado.
Cambiar la configuración de los permisos
Como hemos mencionado anteriormente, los permisos se pueden cambiar cuando se quiera y establecer el permiso que se necesite. Por tanto, más allá de darle todos los permisos que solicita cualquier aplicación, se podrá conceder aquel permiso que cada usuario requiera para un momento exacto. ¿Qué tiene esto de positivo? Pues que nos evitaremos en darle permisos a alguna app de dudosa procedencia que solicite siempre el acceso a la cámara, ubicación o el contenido multimedia de nuestro terminal.
Y en el caso de hacerlo, tendrá que preguntarnos antes. Para configurar esta medida tendremos que entrar en “Ajustes” / “Aplicaciones” / “Gestor de permisos«. Dentro, veremos todos los permisos solicitados. Asimismo, dentro de cada app veremos lo siguiente:
- Permitido siempre.
- Permitido mientras se usa.
- Preguntar siempre.
- Denegar.
Los permisos pueden cambiar en apps instaladas
Algo que muchos usuarios desconocen es que los permisos de las apps que se tienen instaladas pueden ir variando con el paso del tiempo. Esto dependerá de si tienes o no activadas las actualizaciones de aplicaciones de forma automática.
En el caso de que tengas un Android superior al Marshmallow, qué será lo más común, no tendrás que revisar ni aceptar los cambios de permisos para que se actualice la aplicación. Esto quiere decir que la primera vez que vayas a utilizar una función de la app que use un nuevo permiso, te dará la opción de permitir o denegar el uso de esos datos o esas funciones.
Aunque en ocasiones es mejor revisar cada actualización manualmente, para poder garantizar que no puedan invadir nuestra privacidad. Por ello, es importante que se tenga un control habitual de dichas actualizaciones y permisos.