Es muy fácil encontrar un protector de pantalla para nuestro móvil. La red está plagada de tiendas online que nos permitirán comprar un plástico que evitará en mayor medida que la pantalla se rompa a la primera de cambio tras una caída o golpe accidental. La pega de comprar este accesorio al margen de una tienda física especializada, es que tendremos que colocar el protector nosotros mismos, enfrentándonos cara a cara con las temidas burbujas.
Animarse a colocar nuestro propio cristal templado no tiene ningún misterio. No obstante es fácil ver cómo las burbujas están presentes en aquellas pantallas en las que el protector de pantallas se ha colocado de forma “chapucera” sin tener un mínimo de cuidado y sin seguir las pautas básicas para que eso no ocurra.
¿Por qué salen las burbujas?
Hay dos factores importantes que tienen que ver con el “antes” y el “después” de colocar el protector, y que influyen enormemente sobre la aparición o no de burbujas. En primer lugar, tendremos que proceder a una limpieza total de la pantalla. Cualquier partícula de suciedad, huellas o polvo puede contribuir a la aparición de burbujas cuando pongamos el protector.
Si no disponemos una gamuza especial para limpiar las pantallas, podemos utilizar el clásico paño para limpiar las gafas o cualquier otro trapo que no sea susceptible de soltar partículas o hijos diminutos. La limpieza debe hacerse en todas direcciones alrededor de toda la pantalla, incluyendo sus bordes y esquinas.
Cómo eliminarlas
El siguiente paso se realizará después de colocar el protector de pantalla, ya que es muy habitual que aún habiéndose colocado de forma pausada y con la paciencia que requiere la operación, aparezcan burbujas al final del proceso. Esto ocurre incluso cuando es colocado por un profesional con miles de protectores a sus espaldas.
Burbuja grande
Si nos ha quedado una burbuja grande en el centro, el mejor consejo es levantar el protector de una esquina y retirarlo hasta que alcancemos la burbuja para eliminarla. Después solo tendremos que posar de nuevo suavemente el protector sobre la pantalla.
Burbujas pequeñas
Si la burbuja es de tamaño pequeño, podremos probar a presionar con el dedo la misma, como si tuviésemos la intención de explotarla. Este truco hace que desaparezcan en la mayoría de los casos.
Eliminar el resto
Muchos protectores incluyen un alisador para poder quitar las burbujas que hayan sobrevivido. Si no es así, podemos valernos de un elemento plano como una tarjeta de crédito o las tarjetas en las que el operador nos manda las tarjetas SIM y que siempre suele haber alguna en un cajón perdido de la casa.
Ahora solo queda “arrastrar” las burbujas con movimientos suaves pero apretando firmemente para que el aire desaparezca. A medida que arrastremos las burbujas hacia los bordes del dispositivo irán desapareciendo, operación que tendremos que repetir con todas las que aparezcan en la pantalla.