Con la llegada de los smartphones fabricados en cristal llegó la posibilidad de incluir un sistema de carga inalámbrica dentro de nuestros dispositivos, una característica de la que estos últimos días se habla bastante y que no esta siendo ajena a la polémica. Nosotros creemos que los móviles con carga inalámbrica deberían ser el estándar, al menos en la gama alta, y es por eso que os explicamos el por qué.
Ya hace unos años Apple dio bastante que hablar por el hecho de no incluir un sistema de carga inalámbrica en sus dispositivos a pesar de su construcción premium, y aunque curiosamente sus últimos modelos sí que la incluyen, otros fabricantes han decidido prescindir de ella en el mercado Android.
El OnePlus 6 y el HTC U12+ no son móviles con carga inalámbrica
Cuando un smartphone tiene la trasera de cristal, ello permite instalar un sistema de inducción electromagnética en el dispositivo, pero aunque el vidrio se estandariza incluso en las gamas medias, no lo hace la carga inalámbrica.
OnePlus es uno de esos fabricantes que ha decidido prescindir de este sistema en su último buque insignia, y hoy se le ha unido HTC con el U12+. Los motivos para no incluir este sistema son tan variados que a veces rondan lo pintoresco, y parecen en cierto modo una excusa del fabricante para abaratar costes más que una decisión razonada.
OnePlus nos dice que su comunidad de usuarios no ha pedido esta característica, pero también es cierto que no todos los cambios en el mercado han llegado como consecuencia de la comunidad de usuarios, es más, algunos no han estado exentos de polémica como el notch del iPhone X o el hecho de que la propia Samsung diera el salto al cristal, cuando uno de sus rangos identificativos eran las baterías reemplazables por el usuario.
También vemos como el coste suele incluirse entre los argumentos dados por los fabricantes, pero también es verdad que cuando hablamos de smartphones que parten de los 500 euros hacia arriba, se nos hace difícil creer que la inclusión de dicho sistema hiciera inviable la rentabilidad del dispositivo o que supusiera un aumento considerable de su precio final, habida cuenta de que las compras masivas de componentes suelen acarrear precios muy bajos para los mayoristas.
Uno de los argumentos que más gracia nos ha hecho es el del coste del cargador para el usuario, ya que nos parece simplemente absurdo. Que un smartphone soporte carga inalámbrica no significa que el vendedor deba incluirlo en la caja, ya que todos esperamos un cargador por cable dentro de la caja y será el que usemos la mayoría de las veces. Además, los cargadores inalámbricos han bajado mucho de precio en los últimos años, y el usuario es libre de decir si quiere invertir en uno o no.
En contra de la carga inalámbrica también se ha argumentado su lentitud, algo que no deja de ser verdad, pero que tampoco consideramos un argumento en contra. Es decir, sabemos que los usuarios no usaran la carga inalámbrica como método estándar, pero que sea más lenta no significa que no pueda ser sumamente útil en determinados momentos, por muy rápidos que sean los sistemas de carga propietarios como el Dash Charge de OnePlus o el Quick Charge de Qualcomm.
HTC reniega de sus orígenes con el U12+
Que el HTC U12+ no integre carga inalámbrica supone romper con una tradición por la cual esta compañía era pionera en integrar novedades tecnológicas, ya que algunos de sus móviles más antiguos ya la incluían como el HTC Droid DNA.
Ahora HTC nos dice que este sistema habría hecho mucho más grueso el dispositivo, pero es que el HTC U12+ ya tiene unas medidas de 156,6 x 73.9 x 9,7 mm y un peso de 188 gramos, por lo que si los diseñadores del dispositivo no han conseguido hacer un smartphone que no tenga un grosor de cerca de 1 cm, las culpas deberían ir para otro lado, no para la carga inalámbrica.
Buena prueba de ello son los Galaxy S9 y S9 Plus, dos móviles con carga inalámbrica y que tiene un grosor de 8.5mm bastante aceptable.
Los móviles con carga inalámbrica no tienen inconvenientes
Sabemos de sobra que ninguna tecnología es perfecta. Cierto es que una base de carga inalámbrica nos obliga a tener el dispositivo en un determinado lugar y que suele ser más lento que la mayoría de sistemas de carga rápida pero, ¿acaso un cargador clásico no nos obliga a tener nuestro smartphone cerca de un enchufe?
Los móviles con carga inalámbrica se pueden mover de la base de carga y dejar de recargar su batería, pero ¿acaso no es más fácil dar un tirón por accidente a un cable y que se desconecte del teléfono? O lo que es peor, que nuestro smartphone permanezca unido al cable y salga volando por los aires…
Y es que volvemos a lo mismo, casi nadie usará una base inalámbrica como su principal método de carga, pero se trata de un invento muy útil que nos puede sacar de un apuro en más de un momento.
Sin ir más lejos, el conector de carga de mi último Galaxy S6 murió por usarlo demasiado mientras cargaba, y mientras decidía si lo reparaba o renovaba mi smartphone, una base de carga de 17 euros me permitió seguir usándolo sin problemas.
De no haber tenido mi Galaxy S6 esa característica a la que en principio no le di importancia, me habría visto de la noche a la mañana sin smartphone y con todos mis datos inaccesibles, por lo que esta opción (y Amazon) me salvaron la vida.
También cabe decir que los móviles con carga inalámbrica son amigos de los coches modernos, ya que a todos nos ha pasado ir a salir de casa y descubrir que nuestro smartphone está casi sin batería. En estos casos un powerbank cargado es nuestra salvación, pero un coche con base de carga es más cómodo y además mucho más «cool», ya que te olvidas de ir cargando cables de un sitio a otro.
En resumen, aunque la carga inalámbrica tenga sus pros y sus contras como cualquier otro sistema de carga, lo cierto es que nunca está de más en un smartphone, ya que es plenamente compatible con los cargadores de toda la vida y al mismo tiempo nos da una opción alternativa en aquellas situaciones en las que el uso de un cargador normal no es posible.
Es por eso que creemos que si un fabricante quiere hacer un dispositivo de gama alta, y sobre todo si hablamos de un terminal de 800 euros como el HTC U12+, debería dejarse de excusas e incluirlo entre sus capacidades, ya que podría ser la ausencia definitiva que termine de echar para atrás a algún que otro comprador, y suponemos que ninguna empresa quiere eso, ¿no?