¿Te imaginas poder cargar la batería de tu smartphone mientras caminas, a partir de la electricidad generada por tus pantalones? Esa es la idea que proponen los investigadores de la Universidad china de Chongqing tras diseñar un tipo de tejido que genera electricidad con la fricción y el movimiento. El proyecto está en fase experimental, pero las primeras pruebas permiten determinar que la cantidad de energía generada es suficiente para cargar la batería de un móvil.
Además de los combustibles fósiles, dependemos totalmente de la energía eléctrica. Nuestro grado de evolución gira en torno a los dispositivos electrónicos, y como tales, requieren energía eléctrica para funcionar. Mientras que a gran escala contamos con métodos para generarla a gran escala, el mayor de los inconvenientes es la acumulación de la energía. Las baterías de litio se han convertido en la fórmula más aceptada, pero las mismas tienen sus limitaciones físicas. Esas limitaciones somos capaces de entenderlas con el propio funcionamiento de nuestro móvil. Necesitamos cargarlo con asiduidad. Los fabricantes de smartphones han empezado a sortear este inconveniente con diversas tecnologías, entre las que se incluyen los sistemas de carga rápida, así como opciones más rudimentarias como las baterías portátiles. Sin embargo, transportarlas puede llegar a convertirse en un hándicap.
Cargar el móvil con el roce de una tela
Aquí es donde entra de lleno el estudio llevado a cabo por los científicos de la Universidad de Chongqing, en China. Los mismos han encontrado una manera de fabricar una tela que sea capaz de generar energía eléctrica con el movimiento. Su base técnica radica en la disposición de varias capas que en conjunto tan solo tienen un grosor de 0.32 milímetros. Entre las capas se encuentra una realizada con fibras de poliéster sobre una fina lámina metálica que, debido a la fricción, producen un flujo de cargas. Se trata del efecto triboeléctrico. Este flujo de cargas es recogido por otra capa formada por semiconductores y generadores nanométricos, los cuales también reciben energía procedente de una capa con células fotovoltaicas. Y es que el tejido en cuestión, de tan solo 20 centímetros cuadrados, también es capaz de transformar la energía solar en energía eléctrica.
Un proyecto aún en desarrollo
De este modo, en conjunto, este tejido -con la estructura adecuada, es capaz de producir la suficiente energía para alimentar, entre otros dispositivos electrónicos, la batería de un smartphone. Así al menos aseguran los científicos a cargo del estudio que, además, avanzan que el material es lo suficiente resistente como para doblarse 500 veces sin perder su capacidad eléctrica, todo un desarrollo que nos permitirá cargar el móvil sin corriente eléctrica o un enchufe cerca. Eso sí, aún está por ver la viabilidad del descubrimiento, cómo llevarlo al mercado a la hora de aprovechar este nuevo tejido.