El despliegue de las redes 4G a nivel mundial sigue creciendo. Lo que no está muy claro es si lo está haciendo al ritmo que las autoridades y grandes compañías desearían. En las últimas semanas hemos conocido noticias sobre acuerdos y desarrollo de las redes 5G o sobre cifras de récord en torno a la próxima generación de redes. Todo cuando todavía estamos muy lejos de una implantación plena de las redes 4G.
Según un estudio que acaba de publicar 4G Americas ya hay un total de 300 redes LTE desplegadas en 107 países de todo el mundo. Europa tiene el récord con 115 redes comerciales instaladas pero el avance más significativo lo observamos en Estados Unidos y Canadá. Estos dos países suman el 45% de las conexiones LTE mundiales mientras que Asia tiene el 37% de Asia y Europa sólo llega al 14%. En nuestro país hay un total de 6 redes desplegadas (Movistar, Vodafone, Orange, Yoigo, Cota y NEO-SKY) y unas cuantas más planificadas pero sin fecha oficial para su puesta en marcha.
Del estudio se extraen otros datos interesantes como que a finales de año las redes implantadas llegarán a las 350 o que en 2020 las conexiones 4G (terminales conectados) superen los 2.300 millones. Todos estos datos lucen muy bien pero dejan claro que al 4G le queda mucho hasta convertirse en un estándar habitual para todos.
Si nos centramos en España las cosas pintan algo peor. Alrededor de 30 millones de españoles viven ya bajo cobertura 4G aunque el 60% de todos ellos corresponden a capitales de provincia. En poblaciones por debajo de 50.000 habitantes la cosa no está tan avanzada. El despliegue de las redes en nuestro país no es tan sencillo como en otros. Ser el segundo país de la Unión Europea en extensión debería ser un handicap pero hay otros problemas como la implantación de la banda de los 800MHz o la dificultad de las OMV´s para acceder al 4G que hacen que no seamos, ni mucho menos, un país puntero en lo referente al 4G.
Desarrollar e implantar las redes 4G es caro. Y, no nos vamos a engañar, para usar programas de mensajería, consultar el correo y visitar alguna página web, a muchos usuarios les vale con el 3G. La normalización del LTE en nuestro país depende, además de los factores antes mencionados, de un interés creciente de los usuarios. Eso sí, el ritmo de crecimiento no es, por el momento, suficiente como para que empecemos a pensar tan pronto en el 5G.