El Nokia Lumia 920 ha resultado ser un equipo muy completo. Junto al atractivo de su sistema operativo –Windows Phone 8-, la cámara es uno de los elementos que más repercusión ha creado. De la mano de la tecnología PureView y materiales de calidad, el sensor de 8.7 megapíxeles consigue resultados fotográficos realmente buenos. Sin embargo, ¿qué sucede con la grabación de vídeo? La siguiente prueba nos muestra la efectividad del estabilizador óptico de imagen de una manera un tanto llamativa. No te pierdas el vídeo.
Las cámaras integradas en los smartphones son la característica en la que los usuarios prestan cada vez más atención. Las primeras versiones eran testimoniales, tanto por calidad como por definición y resolución. Sin embargo, las últimas generaciones de terminales incorporan sensores de altas prestaciones que poco a poco van mitigando el hándicap que supone su reducido tamaño. Retroiluminación, ópticas de alta calidad, software cada vez más efectivo… son algunas de las implementaciones que hemos podido ver durante los últimos años. Sin embargo, Nokia ha querido evolucionar más rápido que el resto de fabricantes con el Nokia Lumia 920, con innovaciones que ya muestran su efectividad en su campo.
Hibridación, estabilización de imagen más efectiva
Si nos centramos en la capacidad multimedia del Nokia Lumia 920, resalta por encima de todo la tecnología integrada en el conjunto de la cámara. Como es norma en la casa, este modelo de alta gama incluye una óptica Carl Zeiss. A pesar de ello, el dispositivo también ofrece soluciones como PureView y un sistema de estabilización de imagen que ofrece unos resultados sorprendentes. El secreto reside en el estabilizador óptico de imagen integrado. A diferencia de las rectificaciones de movimientos mediante la electrónica y el software, el estabilizador óptico cuenta con un sistema más complejo y preciso. La óptica está formada por un grupo de lentes flotantes conectadas a varios giroscopios de forma que éstos detectan el movimiento de la cámara. A su vez, éstos envían la información al sistema de corrección de lentes flotantes, que se mueven en sentido contrario al movimiento para compensar el ángulo de incidencia del haz de luz que recibe el sensor CMOS. Junto a las correcciones digitales, esta hibridación mejora la estabilización tanto con frecuencias bajas, medias y altas.
Una prueba por el desierto de Dubai
El resultado lo podemos comprobar en el siguiente vídeo. Por supuesto, está grabado con el Nokia Lumia 920, que ha sido fijado a la calandra frontal de un todoterreno. El motivo no ha sido otro que la búsqueda de las peores condiciones en las que grabar un vídeo. En este caso, ha sido un trayecto de algo menos de ocho minutos por el desierto de Dubai, atravesando a toda velocidad las dunas, con las consiguientes vibraciones y bruscos cambios de dirección.