Desvelada la tercera generación del iPad y constatada la presencia de la conectividad LTE en ésta, era de esperar que las especulaciones volvieran a resurgir en torno a este tema. Sin embargo, en esta ocasión no es se trata de un rumor más, sino que un guiño lanzado por Verizon podría haber dejado en evidencia que Apple presentará un iPhone 5 compatible con las redes LTE o 4G.
Antes incluso de que el iPhone 4S apareciera en escena se escuchaban voces que decían que Apple daría un nuevo salto incorporando conectividad LTE en sus próximos dispositivos puesto que es una de las prestaciones que van en aumento en países de peso para el sector. Aunque no fuese así en el iPhone de quinta generación, la presentación del nuevo iPad dio inicio a una nueva generación de iDispositivos, al menos desde el punto de vista de la conectividad. Ahora que el iPhone 5 será supuestamente la próxima creación de Apple, tiene sentido que una de sus innovaciones sea la introducción de soporte para redes 4G.
Las pistas de Verizon
Podríamos decir que lo indica la lógica…. y Verizon. Según se puede extraer de una entrevista hecha por The Wall Street Journal –Dow jones Newswires– al director técnico de la operadora, el próximo iPhone será 4G. No lo dice textualmente, pero el hecho de argumentar que fomentarán el uso de servicios bajo su nueva red de alta velocidad LTE con el ofrecimiento de smartphones compatibles, respalda la hipótesis. Y es que después de las grandes inversiones económicas necesarias para adaptar con tecnología punta su infraestructura ahora tienen que poner al alcance de sus clientes dispositivos capaces de hacer uso de ésta para rentabilizarla. Por eso en su catálogo solo habrá disponibles modelos LTE tales como el Galaxy Nexus o Galaxy S2 LTE. ¿Quiere decir esto que el iPhone 5 será 4G? Es un indicio al que no podemos darle la espalda.
Autonomía, el punto crítico
Sin embargo, también existen motivos por los que Apple podría retrasar aún más la llegada de la conectividad LTE a su iPhone. Esos no serían otros que los daños colaterales de las conexiones ultrarrápidas. No nos referimos a las altas velocidades de acceso a la Red, cercanas a los 100 Mbps, sino al consumo energético que produce su uso. Los de Cupertino siempre se han mostrado recelosos a perjudicar la autonomía de sus dispositivos en favor de otros beneficios y prestaciones, por lo que de incluir dicha especificación deberán estar muy seguros de que la batería de su terminal aguantará la “succión” provocada por la red inalámbrica y completar una jornada al completo sin fenecer.
La pantalla y la conectividad 3G han sido desde hace unos años los dos principales focos por los que más se “escapa” la energía de la batería. Ese efecto se ha magnificado con el 4G. En el nuevo iPad se ha podido esquivar el problema de la autonomía con una batería un 70% más capaz que la del anterior modelo, el iPad 2. Sin embargo, en un smartphone hay menos margen de maniobra por su espacio interior. Además, el tamaño y el peso toman mayor relevancia pues son factores que afectan, aunque no por igual, a los usuarios y en su elección. No obstante, la fabricación de chips inalámbricos LTE cada vez más pequeños y eficientes minimizan estos inconvenientes. La pregunta es: ¿Tendrá Apple en su mano la tecnología inalámbrica deseada para incorporarla en su iPhone 5? Verizon sugiere que sí, pero esperemos acontecimientos, tal vez en la conferencia de desarrolladores de Apple dentro de unos meses…