Tras su desaparición, empiezan a surgir detalles sobre el proceso que desde 2004 empezó a debilitar a Steve Jobs hasta acabar con su vida. Oncólogos e investigadores especializados en diferentes tipos de cáncer han aportado interesantes conocimientos médicos que reafirmarían el hecho de que Jobs podría haber superado su dolencia.
Cáncer de páncreas. Letal como ningún otro tipo de tumoración maligna, acaba con la vida del paciente pocos meses después de ser diagnosticado, sin que la medicina pueda mediar entre la vida y la muerte. ¿Por qué entonces Steve Jobs, del que se decía padecía este temido cáncer, sobrevivió desde 2004 hasta el fatídico 5 de octubre de 2011? Según parece, el que fuera CEO de Apple realmente no estaba afectado por un cáncer de páncreas, sino por una variante que se presenta en un 5% de las ocasiones, debido a una tumoración neuroendocrina en dicho órgano. Este tipo de tumores son mucho menos agresivos que los adenocarcinomas y pueden ser tratados quirúrgicamente con un 100% de supervivencia a los 10 años.
Después de la consternación por la muerte del genio de Apple han empezado a aparecer las opiniones de especialistas e investigadores sobre el cáncer. Sin embargo, la trascendencia de los comentarios y versión de Ramzi Amri, un investigador de Harvard que ha centrado sus estudios durante el último año y medio en el cáncer de colon, ha encendido la mecha en Quora, un servicio de preguntas y respuestas en línea accesible al público. Independientemente de la reacción de otras personas, Ramzi ha intentado ofrecer su perspectiva de los hechos de la forma más profesional con los datos proporcionados por fuentes cercanas al caso.
Para entender el desenlace nos tenemos que remontar de nuevo a marzo de 2004, cuando en una exploración rutinaria se encontraron indicios de cáncer de páncreas en el cuerpo del por entonces director ejecutivo de la compañía. Sin embargo, parece que posteriores pruebas bioquímicas ofrecieron un diagnóstico mucho más favorable. Solo en el 5% de los casos en este diagnóstico se presentan tumoraciones neuroendocrinas. Los carcinomas, por el contrario, son letales. Ante la noticia, Steve Jobs, posiblemente influenciado por sus creencias espirituales, no optó por la cirugía, técnica que mediante enucleación (escisión del tumor y una superficie de “seguridad” alrededor) habría erradicado este tumor poco agresivo. Sin embargo, la reacción de Steve Jobs fue la de dar la espalda a la medicina convencional y optó por medicinas alternativas relacionadas con la alimentación. Tal como relata Ramzi, este tipo de “terapias” no son efectivas y desgraciadamente quedan una vez más demostradas.
Pasados nueve meses, Steve decide operarse y se le extirpa el páncreas y el duodeno. En este punto no queda del todo claro si se somete a quimioterapia y radioterapia, aunque la información aparecida indica que no, sino que Jobs centró sus fueras en Apple. Desde entonces, las bajas médicas empiezan a ser frecuentes. Entre tanto, Steve empieza a perder peso y en alguna ocasión lo achaca a problemas hormonales. Según Ramzi, esos problemas venían de atrás tal vez ocasionados en una primera fase por los insulinomas localizados en el páncreas. Esto nos lleva a 2008, momento en el que tuvo que ser sometido a un trasplante de hígado. Los especialistas lo interpretan como los efectos de la metástasis. Posteriormente, la enfermedad hizo el resto hasta extenderse sin control hasta el último de sus días. Steve Jobs murió a causa de una insuficiencia respiratoria que le ocasionó un paro cardíaco, según el acta de defunción.
La lectura del caso de Jobs por parte de Ramzi es clara. Según este investigador, el alma máter de la firma de la manzana podría haber salvado la vida de haberse sometido a los tratamientos requeridos cuando se le diagnosticó el primer tumor neuroendocrino. Una vez Steve Jobs decidió someterse a la operación, el proceso había empeorado hasta afectar en su totalidad al páncreas y al duodeno. De un tumor relativamente fácil de extirpar, se desarrolló hasta convertirse en más virulento. El resto, desgraciadamente, lo hemos visto gradualmente con el paso de los años.
Podéis encontrar las hipótesis al completo de Ramzi Amri en Quora. Sin duda, una lectura interesante y más detallada desde el punto de vista médico que delata que hay indicios de que Steve Jobs pudo sentenciarse a muerte por sus creencias. Creencias de un genio que en el plano profesional le llevaron a lo más alto, pero que le superaron ante una adversidad tan fatídica.