China quiere acabar con el mercado de imitaciones de móviles

China quiere acabar con el mercado de imitaciones de móviles

Arancha de Benito

CHINA MERCADO DE MOVILES FALSOSChina está dispuesta a tomar medidas contra el emergente negocio de la falsificación de teléfonos móviles. Para ello, se han intensificado las inspecciones, la regulación de software se ha vuelto más estricta y se han propuesto impulsar el seguimiento de las irregularidades en las telecomunicaciones.

Las autoridades chinas quieren acabar con el mercado de los teléfonos ilegales porque muchos de ellos vienen preparados con software malicioso, para robar dinero a los usuarios. Los métodos son varios: los teléfonos “succionadores de dinero”, como ya los llaman los investigadores, pueden suscribir a los usuarios a costosos servicios de pago; pueden llamar a los denominados números de tarificación adicional o también pueden ir cogiendo pequeñas cantidades del crédito de los usuarios. Todos los beneficios van a parar a los fabricantes de estos terminales ilegales.

A principios de este mes, se propagó un virus troyano, denominado “Geimini” a través de las tiendas de aplicaciones chinas, que sustraía información privada de los dispositivos con sistema operativo Android. Este troyano también era capaz de recibir órdenes que permitían a desconocidos tener acceso a los terminales infectados. En noviembre, más de un millón de teléfonos móviles inteligentes fueron atacados por un virus “Zombie”, que secuestraba libretas de direcciones donde acumulaban los cargos por el envío masivo de mensajes de texto. Además, estos teléfonos ilegales no tienen licencias de acceso a las redes telefónicas y son frecuentemente fabricados en lugares que funcionan sin cumplir los requisitos legales.

Un mercado enorme

Estos falsos teléfonos móviles suelen imitar marcas muy famosas y reputadas como Apple o Blackberry. Algunos tratan de eludir el peso de la ley poniendo nombres como “Nokig” o “CiPhone”, mientras otros no son tan cuidadosos. La calidad varía enormemente y por supuesto, la garantía es inexistente. En los mercados chinos, las falsificaciones pueden ser vendidas junto a los productos legítimos y es probable que muchos clientes piensen que están comprando el producto real. La consultora Gartner estima que los falsos teléfonos generaron en China un mercado de 150 millones de dólares en 2009, el doble respecto al año anterior. Se calcula que en 2008 se produjeron 80 millones de teléfonos ilegales, aproximadamente el 20% del mercado nacional.

Algunos expertos sospechan que la verdadera motivación del Gobierno chino para acabar con este Mercado es la violación de la política de propiedad intelectual, más que perseguir a los creadores de software pernicioso. De hecho, el Gobierno chino ha sufrido una gran presión internacional para que acabe con el robo de información privada en el país y se espera que el asunto se aborde en la próxima visita del presidente chino Hu Jintao a Washington.

En septiembre,  las autoridades chinas dieron el primer paso para frenar el spam no solicitado y el fraude telefónico que consistía en requerir información a los usuarios cuando se registraban para solicitar nuevos números de teléfono.

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