Larry Page, co-fundador de Google, ha salido en defensa del sistema operativo del buscador debido a las críticas por la baja autonomía que ofrecen los teléfonos equipados con Android. Los de Mountain View argumentan que el motivo se debe a las aplicaciones son diseñadas solo pensando en las prestaciones y no en el gasto de energía que generan.
Muchos usuarios de Android empiezan a encontrar un grave problema en el consumo de energía de sus teléfonos, y es que con un uso medio-alto, la batería se agota en menos de 24 horas.
La diversión tiene un precio
Pantallas cada vez más amplias, procesadores a frecuencias de 1GHz y que van en aumento, y aplicaciones con un consumo de datos muy frecuente hacen las delicias de los más exigentes pero también penalizan enormemente la autonomía de la batería, que cada vez se queda más pequeña para estas labores. Ante la creciente preocupación de los usuarios, y antes de que las miradas se fijen demasiado en Android y culpen a éste de los problemas, el co-fundador de Google Larry Page ha salido al paso con unas sutiles insinuaciones. Según él, lo que realmente hace un consumo excesivo de la batería no es una mala gestión del sistema, sino a las aplicaciones de terceros que quedan por defecto en segundo plano.
Widgets y redes sociales
Aunque el consumo de energía de las aplicaciones en segundo plano no es el mismo que cuando están en ejecución, la suma de estas puede agravar la situación. Por lo tanto, la vida de la batería va a depender del número de aplicaciones que se instalen en el terminal y de su naturaleza. Las aplicaciones más exigentes son sobre todo las que necesitan frecuentes conexiones de datos para funcionar. Por tanto, están en el ojo del huracán las aplicaciones dedicadas a gestionar las redes sociales, tales como Twitter y Facebook, que por configuración acceden a Internet en un intervalo de tiempo que va desde los 5 minutos hasta unas horas. También hay que mencionar el papel de los widgets, ese software que se fija en la pantalla principal y que funciona de forma autónoma. Son muy atractivos para los usuarios, le ofrece un plus añadido en forma de personalización a la interfaz del sistema pero que igualmente requiere acceso a Internet en la mayoría de los casos. La conexión 3G es una de las funciones que más gasto requiere en un smartphone así que estas aplicaciones se convierten en auténtico derroche de recursos. El súmmum de esta situación se la llevan las interfaces personalizadas que desarrollan los fabricantes para darle cierto toque personal a Android, asociado a la marca en cuestión. Es el caso de Motoblur en Motorola o Sense en HTC.
¿Culpa de los desarrolladores?
El CEO de Google, Eric Schmidt, ha ido más allá con sus declaraciones, poniendo en entredicho el trabajo de los desarrolladores. Schmidt dice que los desarrolladores están demasiado centrados en la creación de aplicaciones tan completas que dejan de preocuparse por el gasto energético que requieren con un uso intensivo durante todo el día. Además, matiza que él no tiene demasiados problemas con la batería de su Nexus One. No obstante, si en gran parte la culpa de la baja autonomía de la batería se debe a las aplicaciones en segundo plano, habría que preguntarle a los ingenieros de software de Google sobre la posibilidad de que Android implemente un gestor de aplicaciones más agresivo, algo que ya ha salido a debate en multitud de ocasiones.