Puede echarte para atrás el hecho de que es algo que haya que pagar y en algunos casos no es precisamente barato. Sin embargo, cuando ya llevas un tiempo con tu móvil y empiezas a notar que esta flaquea, es el momento de plantearse un cambio. Yo lo hice y lo cierto es que lo he notado un montón.
Si estás dudando si hacerlo o no, solo te puedo decir que al dar el paso no te arrepentirás. Van a mejorar tantas cosas en tu móvil que creerás estar ante un dispositivo recién estrenado. A no ser que estés pensando en cambiar tu smartphone porque es viejo y te sale más rentable comprar uno nuevo.
Yo solo creía tener problemas con la batería, y es cierto que el móvil no me funcionaba como al principio, pero no me pareció razón suficiente para cambiarlo por otro todavía. Además, ahorré dinero al no hacer esta nueva adquisición. Eso sí, lo hice con una batería original para asegurarme de que todo fuera bien.
¡Ojo! Antes de nada, debes comprobar que el problema es de la batería y no de que tienes algún virus en el móvil o llevas tanto tiempo sin hacer limpieza en tu móvil que se ha llenado de basura, o cualquier otro problema que afecte a su rendimiento. Si haces el cambio antes de tiempo no vas a notar tanto sus mejoras.
Se acabaron los problemas con la batería
Sea lo que sea lo que te ha hecho hacer este reemplazo, se acabaron los problemas. Bien porque te aparecía el móvil cargado al 100% en poco tiempo y no te duraba nada o que tu móvil se apagaba de forma repentina al llegar al 10% o que este se sobrecalentaba, ya no tendrás que preocuparte por ello.
Tampoco tendrás miedo a que explote, rompa tu móvil o que presente algún riesgo. Por ejemplo, seguro que lo temes si se calienta mucho o se ha distorsionado la forma de la batería. La tranquilidad de saber que todo va bien no tiene precio (o sí, pero en todo caso me alegro de haber dado el paso).
He mejorado la autonomía
Agradezco el pasar de tener que cargar el móvil antes de finalizar el día a poder hacerlo con menos frecuencia. Ahora, según el uso que le dé, puedo estar más de un día y perfectamente hasta dos sin tener que usar el cargador del móvil. No tengo miedo de estar viendo algo en su pantalla y que se me apague repentinamente.
Puedo dejarlo durante la noche o en un momento en que no necesite usar mi smartphone, mientras estoy comiendo o haciendo algo por casa.
Tiene mayor potencia
Al tener más energía de donde tirar, el móvil es más potente y lo noto en cualquier uso que le dé. Tanto consultando las redes sociales, en aplicaciones, en webs o en Pokémon Go. Me había acostumbrado tanto a un menor rendimiento que en el momento en que cambié la batería parecía que los servicios que uso ‘volaban’.
Es cierto que tu memoria, procesador y otros aspectos son los que son, y con el paso del tiempo vas a necesitar plantearte un nuevo móvil, pero con un reemplazo de batería notarás que todo va mejor. Podrás aguantar con él al menos un par de años más.