Las tecnologías inalámbricas están más que consolidadas en nuestros teléfonos, hasta el punto de que muchos modelos de gama media cuentan con varios métodos de comunicación inalámbrica, además de NFC, como pueden ser el Wifi o el Bluetooth. Es muy útil, pero con el paso de los años se ha quedado desfasado en algunos casos.
Intercambiar archivos con otros móviles es algo habitual, de hecho es algo que siempre ha estado entre las principales preocupaciones de los fabricantes, que han querido simplificar al máximo este tipo de intercambios, y hacerlos muy rápidos. Lo que ha llevado al NFC a convertirse en la opción más recomendable en estos casos.
Cada vez más desfasado
Esta conectividad tiene un enorme potencial, que todavía no está siendo explotado como debería, no por los fabricantes, sino por la sociedad, ya que hay muchos documentos que podríamos llevar digitalmente en el móvil con esta tecnología, pero que de momento tardarán en llegar. Todos asociamos esta conectividad al pago contactless, y desde luego ya de por sí es una delas mejores funciones con las que pueden contar nuestros móviles. Gracias a ella podemos pagar en miles de establecimientos, y con tarjetas diferentes con un mismo teléfono. Aunque no siempre es un método infalible.
Pero si hablamos de intercambiar archivos, la cosa cambia, porque las necesidades de esta tarea no son fáciles de satisfacer para el NFC, al menos con los estándares que exigimos hoy en día. Y es que cuando decimos que no deberíamos enviar archivos mediante NFC, no es que lo digamos por cuestiones de seguridad u otra índole. Sino porque es con diferencia el método más lento de envío de datos. Mientras que otras conectividades inalámbricas se han adaptado mejor al paso del tiempo, el NFC se ha estancado por completo en este aspecto.
Es muy lento
Esta conectividad es perfecta para pagar, la más segura y práctica, de eso no hay duda, pero cuando se trata de enviar archivos y contenidos, es sin duda una tecnología completamente prescindible. Y es que si comparamos sus velocidades de envío de datos con el Bluetooth o el Wifi, el NFC obtiene unos datos ridículos.
Y es que mientras la velocidad a la que se envían archivos con NFC es de apenas 400kb por segundo, en el caso del Wifi, dependiendo de la velocidad de la red doméstica, y la calidad del Wifi de nuestro teléfono, puede llegar a los varios cientos de megas por segundo. Incluso el Bluetooth puede multiplicar varias veces la velocidad del NFC.
Casi nadie usa Android Beam
Esta tecnología lleva en el sistema operativo de Google muchos años, prácticamente una década, y ha sido el método estándar para enviar archivos de forma inalámbrica entre dos teléfonos. Pero ahora con Nearby, la nueva tecnología de envío de archivos de Android, las velocidades son mucho más rápidas, precisamente porque se prescinde del NFC y se opta por conectividad Wifi o Bluetooth indistintamente, enviando a gran velocidad archivos a móviles cercanos, incluso si no hay conexión a Internet.
Estos métodos conviven con Android Bram basado en NFC en nuestros móviles, quedando este último completamente desfasado a día de hoy. Por esa razón no deberías usarlo más en tu móvil, porque es un método con unos estándares de velocidad propios de hace una década.