La funda es el accesorio preferido de todo usuario de telefonía móvil, y en general de cualquiera que tenga cierto cariño por sus dispositivos electrónicos. Estamos convencidos de que cuando le ponemos una funda al móvil, al menos en su parte trasera, es imposible que pueda arañarse o sufrir algún tipo de desperfecto. Y así es, pero no siempre.
Hoy nos referimos a un problema con la funda de los teléfonos de la que muchas veces solo nos damos cuenta cuando descubrimos con desazón que el teléfono se ha arañado incluso con la funda puesta.
¿Por qué se iba a arañar con una funda?
Cuando colocamos una funda al teléfono, estamos convencidos, y así es en la realidad, que el teléfono no se rayará en su parte trasera al rozar con algún objeto que que se encuentre sobre una mesa o cualquier superficie donde lo coloquemos. Pero lo que muchas veces se nos escapa es que la suciedad puede estar por dentro de la propia funda.
Y muchas veces esta suciedad es mucho más peligrosa, porque no advertimos de su presencia, y poco a poco puede ir deteriorando la parte trasera de nuestro teléfono. Este es un aspecto en el que no reparamos demasiado, en la limpieza del interior de la funda. Y es que independientemente de que sea una carcasa de silicona o rígida, ciertos residuos que se pueden alojar entre la carcasa y el teléfono pueden llegar a arañar con más o menos gravedad la parte trasera del teléfono.
Presta atención al interior de la funda
Yo el primero, suelo limpiar la funda por fuera, muchas veces sin sacar el teléfono de la carcasa, por lo que la parte interna de esta puede contener algunos residuos sólidos más grandes, no tiene por qué ser demasiado. Pero puede ser lo suficiente para que la presión que hacemos con la mano en la funda para coger el teléfono, o la que recibe cuando se deposita el teléfono sobre cualquier superficie, arañen el teléfono. Estos residuos y suciedad puede ir moviéndose por la parte trasera del teléfono, arañándolo sin que nos demos cuenta. Así que la solución es evidente, cuando limpies la carcasa de tu teléfono, hazlo también de la cara interna, para eliminar cualquier elemento que pueda dañar el teléfono.
Son cosas en las que muchas veces no reparamos, que parecen obvias, pero que con las prisas se nos pueden pasar o podemos omitir deliberadamente subestimando el daño que puede hacer a nuestro teléfono. Así que presta atención a este aspecto, si es que no lo hacías ya, y limpia a conciencia la parte interior de la funda, por lo que pueda ocurrir. Al fin y al cabo el teléfono móvil es una gran inversión que debemos proteger durante varios años, y lo mejor es asegurarse siempre de que por lo menos no peligra incluso cuando tomamos medidas para evitar su deterioro, que no siempre son 100% efectivas, como en este caso. Un aspecto que puede parecer que no tiene importancia, pero que no hace ninguna gracia cuando vemos dañado nuestro terminal.